Los juegos de las Realidades

20. Casos no cerrados

Después de que Amy se convirtiera en la ganadora, todos estaban a la expectativa del siguiente juego, después de ese torneo casi todos estaban agotados y querían algo de relajación, Amy incluso más porque el haber peleado así le quitó muchas energías.

Pero ahora Peter estaba comunicando todo lo que sabía respecto a Marinette y Adrien en cuanto a sus diferencias con la serie que todos conocemos.

—Parece que Marinette no tiene la capacidad de volver todo a la normalidad —comentó el arácnido sin estar acompañados de nadie más en la pizzeria de Freddy— el día que acabamos con ese señor maniquí, no pudo regresar todo a como estaba antes y las personas heridas y la destrucción así se quedaron, osea, no tiene esa habilidad que tanto les a ayudado en su serie.

—Eso explica el porqué ella afirma que se preocupa más por evitar tragedias que por buscar el amor de Adrien —señaló Alexi viendo grandes cambios en esta realidad, al menos ambos seguían con vida— sus vidas ahora están cubiertas de oscuridad... No creo que el amor haya estado en sus mentes al tener consecuencias reales en caso que alguien muera.

—¿El para que cosa de quien? —preguntó alguien atrás de ellos, era Adrien que no había oído nada, pero quería bromear un poco— oigan, lo hicieron bien en la pelea, estoy seguro de que a la siguiente gana uno de los dos.

—Gracias, ¿que te trae por aquí? —preguntó Alexi viendo a Adrien con cara de seriedad.

—Creo que ustedes deben tener muchas dudas sobre nosotros, no les hemos contado del todo nuestro origen, le diré a Ladybug que ella lo haga también, pero ahora les diré todo lo que yo sé —respondió el chico sentándose sin ordenar nada, sabía que su serie y vida eran totalmente diferentes.

—Orale, cuéntalo todo —dijo Peter terminando de comerse su pizza y refresco, ahora si iban a dejarse de expectativas y directamente iban a saber todo.

—Bien, primero que nada, no somos tan carismáticos o chistosos como ustedes conocen, tampoco es que seamos de piedra, bromeamos y jodemos de vez en cuando, pero no es tan seguido porque... Mi padre estaba empezando a matar gente con tal de obtener nuestros miraculous —estaba contando mientras una criatura negra y pequeña se asomaba de la chaqueta del adolescente.

—Es cierto —dijo la pequeña criatura— todos nosotros estábamos muy concentrados en evitar tanta destrucción, y te lo dice alguien que destruye cosas muy seguido.

—Si ya, el caso es que cuando Alexi me dijo que mi padre era el malo de la película... Deseaba que fuera un engaño o una broma, así que seguí a mi padre hasta que después de un pequeño tiempo lo vi transformándose en Hawkmoth, luego liberó otro Akuma y empezó el desmadre, para no hacer el cuento largo, le saqué una foto y después de derrotar al malo se la mostré a Ladybug... Ella no lo pudo creer para nada —explicó Adrien lo más detallado posible, ya había asimilado la tristeza.

—Eso debió ser duro, ¿Lo enfrentaste como Catnoir o como Adrien? —preguntó Alexi sintiendo compasión por aquellos malos augurios.

—Como Catnoir, bueno, yo diría que use a ambos, es que vimos a mi padre mientras quería transformarse... No quiero entrar tanto en detalle, pero él casi mata a Ladybug, la tomó de la cabeza y la golpeó muy duro contra el suelo —señaló el chico poniéndose triste, no por su padre, sino porque casi muere su amiga— me enojé, me enojé tanto que mis sentidos volaron al límite, durante esos segundos de rabia me convertí en alguien muy poderoso... Luego solo sucedió, puse mi bastón en su cuello y se lo rompí, pude evadir todos sus ataques y contraatacar como nunca lo e hecho con ningún otro villano.

—Parece que el odio desata todo nuestro potencial, erizos, los de dragon ball... Los humanos en general —dijo Peter empezando a recordar ese pequeño patrón, los que siempre se ríen de todo, hay que tenerles miedo cuando se enojan.