Esa tarde transcurrió muy tranquila. No hubo discusiones o lágrimas. Una sesión bastante pacífica, como con la de sus demás pacientes, pero con Tord. Hasta recogió algún que otro dato nuevo sobre el paciente, pero aparte de eso, solo le contaba anécdotas.
Paciente: TORD LARSSON
Edad: 27 AÑOS
Procedencia: LONDRES
Nacionalidad: NORUEGO
Estado civil: SOLTERO
Aparentemente, sufre trastorno de ansiedad.
Le aterra la idea de envejecer - GERANTOFOBIA
No valora y le dan igual la mayoría de cosas - NIHILISMO
Cosas por saber: Pasado y más recuerdos
Tord hablaba y se abría a gusto con Hedda. Por primera vez sintió que alguien lo escuchaba, que podría tener a alguien en quien confiar. Pero claro, solo le dio esa impresión. En el fondo, él sabía que ese era el trabajo de la doctora.
Hedda lo notó. Se sintió algo aliviada al pensar que Tord había, de algún modo, recapacitado en su forma de ser. Pero era un pensamiento fugaz. Ella sabía que solo era una posibilidad. Una entre miles y millones, así infinitamente.
Se despidieron el uno del otro y hasta la próxima.
(...)
Comenzó a sonar la alarma. Ese molesto pitido que despierta por que sí, y a malas ganas, a la mayoría de personas en este mundo.
El joven noruego se dispuso a apagar el sonido tan incómodo y al estirar el brazo, con él estiró las sabanas en las que venía envuelto y así entonces cayó completamente.
Se sentía estúpido y agradecido de que nadie lo hubiera visto, pero a su vez la cabeza le dolía como el infierno. Fue mala idea salir a beber con Paul y Patryk. Una resaca debastadora recorría su cuerpo.
Ese golpe, más el alcohol que había ingerido la noche anterior hizo que se le revolviera el estomago y fue corriendo a su baño personal. Sabía lo que tocaba. Correr, abrir puerta, alzar tapa, asomar la cabeza, y por último y más desagradable: vomitar.
Ni siquiera reconocía lo que le ofrecieron ayer. Claro, lo sabría de no haber sido decirle a Paul "Sorpréndeme."
Lo que había ingerido era conocido como "Cupido." Una bebida, o mejor dicho, una bomba alcohólica. Una mezcla de vodka, vino, cerveza, champagne, ron, tequila, licor, whisky, cócteles... Todos variados y diferentes entre ellos.
Si no fuera porque Tord "sabía beber", estaría muerto. Y por si parecía poco, añadan el factor de que se tomaron 3 rondas más de la misma bebida.
"Agh, es fuerte, demasiado. Pero es una maldita adicción, ¡otra ronda!" Que fácil fue decirlo, más difícil es el soportarlo.
Terminó la tortura y bajó la cadena. Se levantó y lavó los dientes. Aún tenía ese mal gusto en la boca y le dolía la garganta de tanto escupir.
Tocaron la puerta.
-Líder, su desayuno ya está servido en el comedor de la armada. ¿Está bien? Pasé por aquí y parecía que necesitaba ayuda.
-Sí, sí, sí. Estoy -se miró en el espejo mientras se secaba-...muy bien.
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⌇⌇ ⎙ ¡! 𝐭𝐡𝐞 𝐫𝐞𝐝 𝐥𝐞𝐚𝐝𝐞𝐫 - 𝗍𝗈𝗋𝖽 𝗅𝖺𝗋𝗌𝗌𝗈𝗇.
Fanfiction˗ˏˋ ꪔ̤̮ ---------------- ꒱꒱ ˊ˗ Esas charlas tan pesadas, se hicieron necesarias para él. Él la deseaba ver, él la necesitaba, él la amaba. ¿Por qué le haría sentir tanto su psicóloga?