A salvo, o tal vez no

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Al llegar a casa mi madre espera que le diga que mi día ha sido genial, que he hablado con mis nuevos compañeros y que son todos muy majos, cosa que podría ser perfectamente cierta si estuviésemos hablando de otra persona, pero soy el mismo que se ha ido esta mañana.

Miro a mi madre con una sonrisa forzada y le digo todo lo que quiere oír; antes me molestaba en explicarle la verdad una y otra vez, pero finalmente me di cuenta de que en favor de mi paz mental lo mejor sería ayudarla en la construcción de una realidad mucho más agradable, así ella es feliz y yo tengo un motivo menos por el que estresarme.

Después de una comida trepidante y llena de suspense gracias a mis mentiras, me meto en mi cuarto y me tumbo en la cama, cierro los ojos, relajo las articulaciones y respiro lenta y profundamente como si así pudiese limpiarme por dentro, sentirme puro, una persona nueva, y funciona; hasta que mi teléfono empieza a sonar con una llamada entrante de mi padre, la ignoro, con mi madre tan cerca hablar con mi padre pasa de ser algo cómodo a algo tenso y contraproducente.

Y...1...2...3; se levanta el telón.

Mi madre abre la puerta de mi habitación (sin llamar, por que para que va a hacerlo si esta es su casa y yo soy su hijo y como tal no necesito privacidad, no con lo que a ella respecta) y me pregunta con una cara que no augura nada bueno.

- ¿Quién era?

No tengo paciencia para esto, mi madre y sus interrogatorios me tienen frito desde hace mucho.

-  No lo sé, serían de alguna compañía telefónica o algo por el estilo.

Me mira atentamente como si creyera que a estas alturas puede diferenciar mis verdades y mis mentiras, mis sombras y mis luces, cuando todo lo que le digo son tonalidades de gris.

- ¿Te ha llamado tu padre para preguntar por tu primer día?

Y ahí está, la pregunta que ha tenido en la punta de la lengua durante toda la comida, honestamente no comprendo que relevancia tiene, a mí me da igual, ya hablaré con él, no tengo ninguna prisa.

-No, no me ha llamado

Las palabras contadas deberían darle la pista que necesita, está pisando terreno hostil, pero ella no lo entiende, no comprende que lo que me enferma es su necesidad de controlarlo todo, y principalmente la forma en la que la veo a ella en comparación con mi padre.

-Mmm... ¿te ha dicho que la semana que viene se va el lunes y vuelve el viernes?

- No, no me lo ha dicho

-Pues sí, se va

-Vale, ¿y?

Está oliendo sangre, pero no sabe que la herida la está haciendo ella y no su marido, está intentando meter el dedo en la llaga y le está saliendo rana, lo único que hace es recordarme que a mi madre lo único que realmente le importa es que todo el mundo baile a su compás, que la imagen que se proyecte sea la de una familia perfecta, nada más lejos de la realidad me temo.

Finalmente, y tras poner una de sus míticas caras dejándome claro que no le ha hecho gracia mi comportamiento poco participativo en el ataque contra mi opinión de mi padre (que sea buena o mala ella necesita asegurarse de es peor que la que tengo de ella);se va dejando la puerta abierta.

Me apresuro para volver a cerrarla y vuelvo a desplomarme en la cama, esta vez me siento y cojo el móvil, debo de ser masoquista, porque lo primero que hago tras desbloquearlo es entrar en Instagram para ver a mis compañeros de instituto compartir diversas imágenes de ellos quedando para ir de fiesta, al cine o compartir momentos emotivos; como la celebración del cumpleaños de Natasha, todo fantástico, hasta mi mejor amigo está invitado, pero yo no, yo siempre fui la sombra que trataba de seguir el ritmo de su vida social, sin éxito como habréis podido comprobar.

Me entra el bajón, he ido a clase con ellos desde los tres años, pero por motivos que desconozco verano tras verano cada vez les era más indiferente, un fantasma al que aplastaban contra las paredes del pasillo al pasar charlando del fin de semana de lo que han hecho y de lo que harán en el siguiente, de los profesores y sus movidas; sí, estoy completamente solo, pero sé escuchar y conozco perfectamente las normas sociales aunque no las comprenda, sé que son las que me han dejado fuera, debí de saltarme esa clase entre primero y segundo de bachillerato.

De pronto aparece una solicitud de amistad de una chica a la que no conozco de nada, miro sus fotos y decido que parece la típica tía que podría hacerme la vida mucho más fácil o mucho más sencilla, dependiendo del nivel de tolerancia que alcance conmigo, de momento acepto su solicitud de seguimiento y pienso en lo genial que sería que la personas que me siguen fueran mis amigos.


Que fallo !! Lo siento mucho 🙏  subí la parte que no era Jajajajajaja (dijo ella dándose de cabezazos mentalmente ) pensaba que no había subido esta parte lo siento en serio
!!!
Os pido perdón, pero entre hoy y mañana lo arreglo y pienso compensaros 🤓 , quiero presentaros a otro personaje os apuntáis ? 😉 Tiene un par de secretos pero no es mala gente 😜
Importante ¡¡Ya está arreglado !!! Muchos besos y un abrazo 🤗 disfrutad del finde .

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