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En las vías del tren

Marcos

Suicidio una palabra capaz de suscitar tristeza, rechazo, compasión... es muy simple y sin embargo la sociedad siempre la ha llenado de sentidos negativos, en la antigüedad aquellos que se suicidaban quedaban fuera de cualquier cielo o perdón, todas las religiones coincidían en ello. A mí personalmente me parece muy triste, no solo la vida te da la patada si no que la muerte también.  

Tras haberme separado de Harriet al bajar en mi parada no puedo evitar pensar en los significados que tiene esa palabra para aquel que lo ejecuta; paz, liberación, final, silencio; pero claro este tipo de visión está reservada a aquellos desgraciados como yo que no aceptamos la vida en las condiciones en que se nos ofrece, o tal vez sea la vida la que es incapaz de aceptarnos a nosotros.

De camino a mi casa, el camino junto a la estación está lleno de amapolas blancas y rojas y, en esta línea de pensamiento en la que me encuentro pienso en todas las almas puras que han debido de   verse acorraladas contra una realidad con la que les era imposible seguir adelante, y en toda la sangre que debe haber manchado estas vías.

En ocasiones, en mis días negros; cuando soy incapaz de fingir que me siento persona y no desecho humano, voy a la parada de tren y me quedo sentado viendo a las personas pasar, construir sus historias, su vida, y me resulta extremadamente curioso pensar como tanta gente comparte este momento de su vida el inicio de su día en la historia personal de cada uno de ellos es igual; y al mismo tiempo no lo es.

Todos viven un mismo momento, pero para todos es distinto, para mi es una auténtica agonía tener que estar apretado entre tanta gente, nunca falta el grupo de amigos que charla tranquilamente de camino a su destino para recordarme que hay otra opción, pero ¿realmente esa opción está aún abierta para mí? Hoy por primera vez creo que es posible, tal vez esta vez sea distinto, tal vez pueda hacer bien las cosas; lo suficientemente bien para que Harriet quiera volver a hacer el viaje de vuelta a casa conmigo. Puedo intentar encontrar un poco de esperanza, aguantar un año más antes de convertirme en un estorbo para el tren en su recorrido, en un cuerpo que recoger destrozado; en una salpicadura de sangre que limpiar.

Recuerdo que una vez leí en un libro de psicología como en una persona con depresión en ocasiones se mal interpretaba un repentino cambio de actitud y comportamiento, una repentina alegría como una buena señal de que la persona se estaba curando; cuando en realidad, lo que sucede es que la persona por fin tiene un plan de suicidio y su alegría se debe a la perspectiva de dar un final a su sufrimiento. Si tengo un plan ¿por qué no me siento feliz? quizá porque temo más a la muerte que a la vida y sé que en mi cobardía jamás podré suicidarme.

De este modo seguiré encerrado en este cuerpo, cárcel de un alma que ya no quiere moverse en ninguna dirección permitida por las normas terrenales.

cuando me acerco al portal de mi casa comienzo a oír gritos y a medida que gira la llave comprendo que mis padres están en casa y no están contentos de verse, lo cual se hace más y más evidente subiendo las escaleras hasta el tercer piso, en serio si yo fuese mi vecino llamaría a la policía, o a la perrera para que les pusieran bozales y se callaran de una vez. Son las cinco y mi padre debe de haber venido para comer de modo que llevarán unas dos horas y media chillándose como animales. Genial, justo lo que necesitaba.

holiii, un capítulo bastante oscuro, lo sé, pero es que estoy hundidísima, en serio y realmente ya tenía pensado escribir algo así, aunque reconozco que no pensé que me fuese a sentir tan mal haciéndolo, me han dado la nota de un examen para el que había estudiado muchísimo, he suspendido por dos décimas, es una putada y me siento fatal; soy demasiado dura conmigo misma sí pero también parte de mi malestar se debe a mi frustración, sabiía hacer las cosas pero con este nuevo sistema on-line no me dio tiempo. Es una auténtica putada por mil motivos que no os voy aa contar jajajajajaj bastante rollo os suelto ya.

en Fin volveré para escribir algo más alegre, lo prometo, muchos besos y espero que estéis todos bien; como siempre gracias por leer; nos leeremos pronto.