Meghan se encontraba con la mirada perdida en el techo de su enorme habitación, decorada con tonos rosa pastel y blanco. Sostenía el teléfono móvil en una mano, que descansaba encima de su pecho, cubierto con una sudadera negra. Ella reposaba encima de su espaciosa cama, pegada a la pared porquè a la rubia le gustaba apoyarse ahí para no sentirse sola por las noches. La madre de Meghan trabajaba hasta tarde y ella se quedaba sola en casa. Tampoco pasaba demasiado tiempo con su padre, así que casi siempre estaba sola.
Meg sintió una vibración en su pecho, recogió el aparato y vió que tenía un mensaje. La chica manipuló su teléfono de forma que cuando tuviera una notificación solo se pudiera ver el nombre y la icona de la aplicación de la que provenían, todo eso para evitar una posible invasión de privacidad de parte de quien la rodea. La pàlida rubia abrió el mensaje, se trataba de su novia.
😍 😘 🥰Lisa❣️ 💕 💞 : "¡Amoooor!¡Te traigo una excelente notícia!"
😍 😘 🥰Lisa❣️ 💕 💞: "Bueno, espero que sea excelente para tí también."
La chica se emocionó, y una expresión de felicidad adornó su rostro.
😍 Meg 💕: "¿Qué pasa?"
😍 😘 🥰Lisa❣️ 💕 💞: " Déjame llamarte, es importante."
Meghan ni siquiera quiso contestar, y presa de la emoción, llamó a Elisabeth.
- ¿Cariño?¿Qué pasa?- Se apresuró a preguntar a menor.
- Meghan, Meggie, mi amor, mi cielo, mi vida...- Dijo con dulzura y suavidad la mayor para tranquilizar a la mencionada- ¡ Mañana tomo un avión para llegar al aeropuerto más cercano a ti a las 0.00!- Grita emocionada. Ambas jóvenes empezaron a dar grititos de felicidad.
- Pero...- Meghan se detuvo y llamó la atención de la rubia teñida- ¿Las 0.00?
- Las doce de la noche. - Aclaró Elisabeth.
- ¿Qué?- Exclama la menor. Decaída se sentó en su cama de nuevo.
- Lo siento mi vida, pero hay mucho de aquí a allí.- Se excusó. Meghan se dejó caer completamente en la cama, subió los pies encima del colchón y suspiró decepcionada.
- ¿Tengo que esperar más de un día completo para verte?- Preguntó haciendo un puchero.
- Lo siento Meggie. Pero incluso puede que llegue más tarde.- Calculó Lisa, eso pasaría si el avión se retrasaba, algo bastante probable.
- Bueno da igual.- Volvió a sentarse en la cama y recuperó su tono alegre.- Te veré de todos modos.- Sonrió optimista.- ¡Falta poco!- Celebró la más joven. En seguida, su energía positiva llenó por completo el corazón de la mayor, haciendo que ambas empezaran a celebrar de nuevo.
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- Cariño.- Llamó la de los ojos caramelo.
- Mmm...- Emitió la de los ojos azul claro.
-¿Cuanto te vas a quedar?
- Hasta que tenga que volver.-Respondió perezosa la mayor.
- ¿Y cuando serà eso?
La insistencia de la pequeña Meggie hizo que Lisa abriera los ojos con pereza. Ambas se encontraban en sus respectivas camas. Entre las sàbanas, sus cuerpos reposaban, recuperándose de la fuerte eufòria anteriormente vivida. Sus ojos estaban cerrados y sus respiraciones eran lentas, el ritmo ralentizado de su corazón y el silencio que reinaba en sus mansiones sólo ayudaban al sueño a apoderarse de las jóvenes. De vez en cuanto se decían alguna cosa, pero estaban tan agotadas por haber saltado y gritado tanto que ya ni podían con su ser.