Valentina.
—Por la chucha. —Me quejé al chocar con alguien cuando estaba saliendo de la sala, llevando las manos directo hasta mi frente, acariciando donde me había golpeado hace unos segundos, marcando un pequeño puchero en mis labios.
El cual mantuve hasta que vi con quien había chocado, el Vicente del otro cuarto. Segunda vez en dos años que me pega en la cabeza, medio récord hueón.
—PERDÓN, PERDÓN, DE VERDAD PERDONA, No te vi, te voy a buscar hielo o te llevo a la enfermería si quieres, pero si no quieres está bien igual, puedo irte a comprar algo para eso—dijo de manera súper rápida y apenas entendí bien lo que pronunciaba, parecía que estaba ¿nervioso?
—Pucha Vicente, aún no sé si te perdono por el pelotazo del año pasado y creo que pedirme que te perdone ahora es mucha carga —medio sonreí al decir lo último y me encogí de hombros recogiendo la cartulina que se me había caído cuando chocamos.
Después de acomodarme bien el uniforme, revisar mi frente con el espejo de la Emi, que se había parado cuando vio que chocamos y soltar un leve quejido al ver como se estaba hinchando un poco, solo miré fijo al Vicente.
—por tu culpa voy a parecer unicornio, chistoso—murmuré seriamente mientras arreglaba un mechón de mi pelo, que antes estaba liso.— pero tampoco me voy a enojar por esto, ya la tercera es la vencida, así que cuida las hueas que haces.
Luego de decir aquello solo salí de la sala despidiéndome de la Emi y el hueón desordenado de su amigo, dirigiéndome hasta la sala de profes, para poder ir a buscar un par de hueas que me había traído el Gabo.
Cuando llegué, solo vi a una tropa de hueones en la entrada buscando a mi hermano. Al final es normal, porque es fecha de que los practicantes pongan nota, y este hueón es practicante en matemáticas por lo que igual es entendible.
Al final, justo en medio de la patota de hueones pasaos a ala, estaba mi hermano, quien no por eso se salva de estar también pasao a ala. Decidí acercarme para hablarle, cosa que me costó más que la chucha, puesto que, habían puros hueones que me ganaban como por una cabeza, pero al final llegué.
—oye Gabo, devuelveme todas mis cosas —dije en tono dramático como las niñitas del video, sin embargo, parece que nadie captó mi chiste, ya que la mayoría simplemente se alejó después de que mi hermano me sacara de la patota de gente.
—puta que huebeai, enana, te las traigo altiro, pero si la mamá pregunta, yo no te regalé nada— lo vi entrar a la sala de profes sacándose el delantal blanco que tenía que tener para hacer clases y rebuscar entre las cosas del fondo.
Que supongo yo, es donde dejan sus cosas los profes.
Al terminar de buscar, desde todo el montón de cachureos que movió, sacó lo más lindo que puede existir, una patineta. Que salió a entregarme minutos después, despidiéndose con un beso en la frente y un "cuídate".
Yo solo respondí yéndome rápido hasta la sala para que ningún hueón viera que un profe me pasó un regalo y no pensaran hueas, porque siempre piensan cosas raras estos giles.
Asocian todo a que las minas nos tiramos a los profes o viceversa, me caen súper mal casi todos, menos el grupo de la Emi, ellos son bacanes porque viven solo en su volá.
Llegué a la sala, dejando la patineta a un lado de mi puesto, esperando que no molestara a nadie ahí y me paré caminando hasta el puesto de la rubia que tengo por amiga, simplemente sentándome en su mesa.
—¿y qué onda tu amigo, ya se fue?— pregunté alzando una ceja, sin mostrar mucha preocupación.
—hace rato yapo, si salió súper rojo de aquí atrás tuyo—me respondió terminando de pintarse las uñas.— Vale si el Vichito no es malo, solamente un poquito desprevenido y quizás por eso no se fijo.
—Demás po, igual el año pasado cuando me tiró la pelota, también fue de descuidado nomás. Parece que con la única que tiene cuidado es con tu hermana ¿qué onda con ellos?—pregunté moviendo las cejas en forma coqueta mientras la miraba, ambas reímos, pero no alcanzó a responderme nada, porque justo apareció la Profe de Educación física e hizo que me fuera a sentar, esta vieja nunca me deja ser sociable, es como el hoyo.
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hueón desordenado
Teen Fiction"Vale, me gustai ¿te gusto?" Donde el más desordenado del liceo lleva años enganchado de la Valentina y al fin se decide a decirle.