La habitación de Rubí era silencio total en ese momento, parecía que hasta los propios hermanos de la joven se habían decidido por guardar silencio.
Hacía ya dos minutos que su llamada con Sapphire había terminado y siendo sincera, no tenía idea de qué debía hacer.
Pero alguien en su habitación sí que lo sabía, y no pudo resistir más la tentación de comenzar a gritar.
—¡Maldita sea, flama! ¿Piensas decirme que carajos te dijo Sapphire?
Rubí continuó en silencio con una mano sobre su barbilla y, sin decir una palabra, se dirigió a su cama y se sentó en esta.
Y mientras tanto la paciencia de Amatista no hacía más que expirar en cuestión de segundos.
—Rubí Masters Red, comienza a hablar ya mismo o todos aquí te daremos una paliza.
Ese comentario hizo que Rubí levantara la mirada sin entender la frase debido a que las únicas personas allí eran ellas. Amatista dio un suspiro pesado y se levantó del suelo para dirigirse a la puerta.
Una vez en esta la abrió y por el rápido movimiento dos de los cuatro hermanos de la morena que vivían con ella cayeron, mientras que los otros dos mantuvieron el equilibrio en su lugar.
Eso al menos justificaba el silencio de la casa.
—¿Qué diablos creen que hacen espiando? —gruñó mientras fruncía el ceño.
—Es que... —el pequeño Leggy no pudo terminar de articular su oración mientras se levantaba del suelo torpemente—. ¡Necesitabamos saber si de una vez serían novias! —gritó justo antes de que los tres mayores, Doc, Army y Eyeball, le cubrieran la boca con sus manos.
Las mejillas de Rubí comenzaron a teñirse de rojo luego de escuchar eso y no pudo evitar molestarse aún más por la invasión a su privacidad.
—¡Maldita sea, chicos, habíamos hablado sobre la privacidad cuando cumplí doce! —bufó molesta la joven mientras se levantaba bruscamente, haciendo que Leggy se apurara a ocultarse detrás de sus hermanos mayores.
—Rubí, esto no tiene que ver con la privacidad, deja de evadir el tema y dinos que te dijo Sapphire. —esta vez quien habló fue Doc, acostumbrado a ser quien tomaba decisiones, había hecho que eso sonara como si le preguntara la nota que había obtenido en su último examen.
—Y habla rápido porque llevo años esperando este momento. —En realidad en algún momento a Eyeball le había gustado Sapphire, pero luego él mismo se rindió diciendo que era una "meta imposible".
Lo que Rubí no sabía es que era "imposible" porque aquella chica de ojos azules ya ocupaba gran parte del corazón de ella misma y claramente Eyeball lo había notado.
—¿y bien, fregona? —preguntó Army ya algo desesperado por la respuesta.
—Sabes que odio que me llames fregona —se quejó Rubí volviendo a sentarse en su cama para al final dar un suspiro—. Verán, ella dijo que... que le gusto.
—¡LO SABÍA! —el grito de Leggy irrumpió todo y generó que todos lo miraran—. Pero eso no importa ahora, continúa.
—Pero también me dijo que tenía miedo de que nuestra amistad se vaya a la mierda, ya saben, quizás las cosas simplemente se compliquen si llegamos a salir, por lo que no estoy segura de lo que debería hacer —terminó de relatar la morena.
—¿Me estás jodiendo? ¿No sabes que deberías hacer? —Amatista se estaba comenzando a desesperar nuevamente mientras le lanzaba una mirada incrédula a su amiga.
—Rubí, creí que las mujeres al menos se entendían entre mujeres —se quejó Doc posando una mano en su cabeza.
—¿Eres su mejor amiga o no? —esta vez quien habló fue Army.
—¡Claro que lo soy!
—¿Entonces como carajos nunca notaste que te ama, pedazo de idiota? —quien habló esta vez fue un desesperado Eyeball—. ¿Sabes qué deberías hacer ahora? Ir directo a su casa, ella quiere que le demuestres que sus miedos no importan.
—O sea, sí importan pero no tiene que tener miedo —agregó Amatista—. Su amistad no se va a ir por el drenaje, simplemente... subirá de nivel.
—Oh diablo, si eso llega a pasar consigan un hotel y no en esta casa —mencionó Army llevándose una mirada de advertencia de parte de Doc, quien se apuró en tomar a Leggy en brazos y marcharse de la habitación.
—¿Por qué tendrían que conseguirse un hotel si son novias? ¿Se van a tener que mudar? —la voz del pequeño Leggy fue desapareciendo por el pasillo.
Y mientras tanto Rubí experimentaba diferentes tonalidades de rojo por su rostro.
—De veras los odio —se quejó la joven.
—Odianos todo lo que quieras, pero ve por Sapphire ahora —dijo Army mientras se le acercaba para obligarla a levantarse de la cama.
—Recuerda decirle que también la amas y que aunque tienes miedo quieres intentarlo —habló Amatista mientras también la empujaba fuera de la habitación hacía la puerta de la casa.
—Y no le menciones nada de esta charla porque arruinaría mi imagen —sonrió Eyeball.
—¡Mándale saludos de nuestra parte! —gritó Doc desde el piso superior.
—¡Y cómprame un alfajor cuando vuelvas! —pidió Leggy.
—Demonios, son muchas cosas —dijo Rubí mientras aún confundida era echada de su propia casa—. Entonces, ¿voy por ella?
—Claro que sí, pedazo de lerda —dijo Army antes de recibir un codazo de parte de Eyeball.
No pudo escuchar nada más pues le habían cerrado la puerta.
Sapphire, relación, amistad, alfajor.
Bueno, ahora al menos sabía que hacer: correría hasta la casa de su mejor amiga y se negaría a irse de allí sin un beso.
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¡Hasta aquí!
Por cierto,¿alguien sabe qué es "¥"? Yo lo puse por poner ;-;
Bueno, la verdad es que me costó un poco escribir este capítulo, no me pregunten porqué, simplemente no estaba segura de cómo hacer actuar a los personajes xd
Espero les haya gustado uwu
¡Los quiero!
Bye 💕
