¿Matar o morir?
Estas son las únicas opciones que existen en el mundo actualmente.
Se ha desarrollado un virus letal que ha infectado a millones de personas alrededor de todo el mundo, dando como consecuencia el tan pronunciado nombre de videojuego...
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■ NARRA TN ■
Todos los hombres de seguridad se encontraban apuntandonos directamente a la cabeza. Sentí como un escalofrío comenzaba a invadir todo mi cuerpo.
Podían matarnos cuando quisieran, estábamos expuestos.
El presidente comenzo a caminar lentamente por cada uno de nosotros, hasta que decidió detenerse donde estaba Jungkook.
-- Líder, estoy esperando tu respuesta.
-- Si eso es todo lo que quieres, entonces...-- Jungkook nos miro a todos por el rabillo del ojo y bajo la mirada -- Te entregaremos lo que quieres.
Los hombres de seguridad comenzaron a reír discretamente, de modo que escuche decir a uno de ellos: "Es como quitarle un juguete a un bebe".
-- Silencio -- dijo el presidente.
Como si hubiese llevado mucho tiempo reprimiendose, la persona que se encontraba a mi lado se puso de pie y cerró el puño. Se trataba de Jin.
Cada uno de los hombres de seguridad, dejo de apuntarnos a todos para apuntar directamente a Jin, como si se tratará de una amenaza.
-- ¡Te has vuelto loco! -- grito Jin, era evidente que se estaba dirigiendo a Jungkook -- Hemos llegado demasiado lejos, ¿De verdad vas a entregar todo?
-- No voy a dejar que...-- intento decir Jungkook.
-- ¿Qué nadie más muera? -- soltó Jin -- ¡Despierta Jungkook! Estamos en un apocalipsis zombie, todos vamos a morir en algún momento.
El presidente comenzo a chasquear los dedos con fuerza, y todos sin excepción volteamos a verlo.
-- No tengo todo el día.
Al notar que nadie decía nada, el presidente hizo llamar a uno de los hombres de seguridad, éste comenzó a caminar hasta él.
El presidente se acercó al oído del hombre y pude ver como le decía algo, algo que para nosotros era imposible escuchar. Por un momento me detuve a ver sus botas negras, eran enormes, pues la suela de ellas tenía por lo menos una altura de cinco centímetros.
El hombre solamente asintió con la cabeza.
-- Ustedes no quieren entender -- dijo el presidente con el ceño fruncido.
El hombre de botas negras comenzó a caminar con firmeza, hasta que finalmente se detuvo frente a mi.
Trague saliba. ¿Va a hacerme algo?
Después de que mi cabeza hiciera mil teorías, finalmente me decidí a mirarlo. Tenía una cicatriz en el labio inferior.
Él presidente hizo una indicación con su mano y el hombre de botas negras fruncio la nariz y tiro de mi cabello con fuerza para ponerme de pie.