Ya era lunes, había pasado el día de la fiesta del deporte ayer. Boni no da clases los lunes, pero esta vez fue al colegio debido a una reunión que tenía con el director, Marina también estaba allí.
- Buen día - dijo Boni al entrar al despacho del dire.
- Buen día Boni - dijeron.
- Por favor, tomen asiento - les dijo el director. Marina y Boni se sentaron de costado, mirando al director - Bueno, como ya sabrán, ayer Boni realizó un acto en la zona de las postas que consistió en sustituir a uno de los nenes que se había ido y correr en su lugar.
- O, en nuestro lenguaje, reemplazo a un nene en la posta ya corrió por él - resumió Marina.
- Ehh, sí. Gustavo, ¿qué tenés para decir al respecto? - le preguntó el dire.
- Yo la verdad, me puse en el lugar de los chicos, y la verdad era injusto para todos. El equipo debe estar completo, si no, no es un equipo.
- Pero Boni, rompiste una regla del reglamento que decía que los profesores solo pueden competir en sus disciplinas asignadas, - le dijo Marina - eso está mal, muy mal, tan mal como sacarle un helado Míster Pops a un nene.
- Pero si yo no me metía, el equipo perdía, no había de otra.
- Bueno, parece que están muy rígidos ante sus argumentos, bueno. Pero tengo otra reunión ahora y tengo que ocuparme de varios asuntos, así que les pido que se vayan, además me estoy meando.
- Bueno, me boi - dijo Boni yéndose - Jaja, era para el otro lado.
El dire le dijo a Marina, aún en la oficina:
- Marina, sé que Boni es tu amigo y sé que defendes muy bien tu postura, pero espero que sepas la diferencia entre verdad y justicia.
La dejó sola en la oficina dándole dos palmadas en el hombro antes de irse. Ella se quedó pensativa, mirando a la nada, pensando en todo.
Ya era mediodía y Boni se quedó hablando en con Elba, la preceptora de primaria y su marido, Gary, que se ocupaba de todo lo "industrial". Enzo pasaba por ahí.
- Que haces Boni? Trabajaste?
- No, vine de visita.
- Querés venir a casa, tomamos mates?
- Dale.
Enzo y Boni salieron, Elba le dijo a Gary:
- Gabriel, escondé los chupetines rojos que ahí va a tocar el recreo.
- Dale, ahí voy.
Boni entró en el auto de Enzo y se fueron a su casa. Al llegar, subió al primer piso y se instaló.
- Qué hermosa tu casa Enzo! Es re grande.
- Gracias, gracias, pero me gustaría que tuviera más referencias a la historia.
La casa tenía un cuadro de la cueva de las manos, una pintura de la revolución francesa, una imagen de Cleopatra, un cuadro con todos los billetes en fila mostrándo la cara de todos los próceres y en un lugar tenía una sección aparte de exhibiciones donde tenia una réplica de la máscara de Sargón, el código de Hammurabi escrito en 20 idiomas, del Partenón, la cabeza de Horus, una armadura romana, la espada de Manuel Belgrano, el corazón del caballo blanco de San Martín y la pluma con la que escribía Sarmiento.
Enzo trajo de su alcoba un set de LEGO de las puertas de Babilonia y unos autitos. Se tiraron en el piso y empezaron a jugar.
- Room! Room! - decía Boni.
- ...una pieza azul... - debía Enzo.
- Jaja, y el mate pa' cuando?
- Me quedé sin yerba Boni.
- Ah bueno, no importa.
- Y contame, qué tal tu vida?
- Y acá, jugando a los autitos. La verdad podría ir mejor.
- La verdad. Qué pasó en la fiesta del Deporte? Oí que todos se volvieron locos por algo que habías hecho vos.
- En las postas, un chiquito de la casa roja se fue y le tocaba a él así que me metí en la pista y corrí por él.
- Qué? Es broma no?
- Ehh no, por qué sería una broma?
- JA, Boni, no podés hacer eso.
- Pero...
- Afectaste el juego, los nenes no tienen ni tu cuerpo ni tu energía.
- Pero si no lo hacía, las otras casas estarían desequilibradas. Hubiéramos perdido.
- Boni, yo también soy de la roja, pero, a ver, eso no estuvo muy bien. Aunque no es tan grave.
- Miguel dice que me pueden echar por eso.
- Ups, en serio? Mmm... Bueno, en ese caso... - dijo parándose y parandolo a Boni - lamento decirte que te tengo que echar.
- Qué!?
- Mí esposa viene en diez minutos y no le avisé que venías así que, si yo no te echo ahora, ella me va a echar a mí a la calle. Lolamento
Enzo lo acompañó a Boni a la puerta.
- Enzo, decime que estás conmigo en esto. Ya Marina está en mí contra y me estoy quedando solo, solin, solito.
- Boni, trataré de ayudarte en todo lo que pueda, sos mí amigo.
- Gracias - se abrazaron y se despidieron. Pero en eso Boni se percata:
- Ehhh, hay un tema, ¡yo dejé mí auto en el colegio!
- Deja que te llamo un remis.
Boni estaba preocupado, sus amigos estaban en su contra. Se sentía tan insuficiente, sin embargo, no recordaba con certeza el ARTE del INGLÉS (guiño guiño).
ESTÁS LEYENDO
MILAGROSA WAR [TERMINADA]
HumorGustavo E. Boni es un profesor de la escuela La Milagrosa, pero su vida tendrá un giro de 180° cuando uno de sus actos desate una cadena de hechos devastadores.