❝ — A veces el terror alimenta; el hambre desaparece con un simple susto, pero bueno pequeño niño ¿gustas una taza de té?...❞
Una sonrisa se hacía presente en su joven rostro mientras servía aquel líquido invisible en la pequeña taza de cerámica. Se encontraban en el cuarto de juegos de sus primas, una habitación pintada de rosa, con estantes repletos de juguetes en las paredes y una mesita de madera en el centro del cuarto.
—¿Gusta más galletas señorito Alec?
Una de sus primas acercó el plato con las galletas de chocolate a su muñeco. Magnus pensó que eso era un poco tonto, Alexander no comía galletas.
Negó y atrajo el plato hacia él.
—Dice que no tiene hambre —metió una galleta a su boca —. Pero yo sí.
Clary formó un puchero y arrugó el entrecejo, no era nada justo que su primo se comiera las galletas que su mamá le había preparado.
—¡No!, esas galletas eran para Alec no para ti, si él no las quiere que me las dé.
—Pero me las quiso dar a mí. —insistió el pequeño castaño —. ¿Verdad Garbancito?
Hizo que el juguete asintiera y siguió comiendo galletas. Mientras, la otra pequeña pelinegra miraba como su hermana se acercaba al muñeco y lo zarandeaba un poco.
—Alec, ¿me das una galleta a mi también?
Magnus acercó su oreja a la boca del muñeco, asintió un poco como si el juguete le hubiera susurrado una respuesta.
—Dice que sí, pero sólo si le sirves más té —le sonrió.
—Claro, ¡gracias Alec!
La pequeña empinaba la pequeña tetera frente a la tacita, Magnus estaba feliz. Le gustaba jugar con aquellas gemelas, Isabella y Clary eran muy divertidas y lo mejor es que nunca se burlaban de él.
Clary era extrovertida, algo locuaz según todos sus familiares; una pequeña feliz y llena de vida. Por otro lado, Izzy era tímida y sordomuda de nacimiento, aunque tenía algo de audición en su oído izquierdo lo que le facilitaba leer los labios.
—"¿Tú igual quieres más té?"—preguntó Magnus en lenguaje de señas a su pequeña prima, la cual negó alejando su taza.
Iba a volver a insistir esta vez ofreciéndole galletas, pero una voz a sus espaldas lo hizo sobresaltarse.
—Magnus, ¿podrías venir un momento?
Era una trampa. Su voz detonaba ternura, aunque Magnus sabía que su madre estaba muy lejos de ser tierna, especialmente con él. No quería ir.
Sin embargo, se levantó inmediatamente y se acercó a su madre, quien bruscamente lo tomó de un brazo y lo llevó a otra habitación, donde sus primas no lo escucharan.
—¿Qué mierda hacías Magnus?
—E-Estaba jugando con Alexander, Clary y Izzy...
—Pues no me gusta que juegues a esas cosas.
—A mí me gusta jugar a la comidita —respondió en un hilo de voz, con tono infantil.
Se sentía mal por desobedecer, pero no le veía nada de malo. Sus primas jugaban a eso y nadie les decía nada, simplemente no le encontraba sentido al regaño de su madre.
—¡Eso es algo de niñas Magnus! —lo tomó del mentón y lo hizo alzar la mirada —. Sólo las niñas y los maricones juegan a eso, y mi hijo no es ningún maricón ¿o sí?
El nudo en su garganta le impedía responder. Siempre le pasaba esto. Cada que su madre o su padre le retaban una gran bola de llanto aparecía en su garganta, su pecho se oprimía y empezaba a temblar sin control.
—Mira... —exasperada acarició el puente de su nariz —. Si te vuelvo a ver jugando alguna de estas cosas le voy a decir a tu papá.
—¡No! —jaló un poco su vestido, intentando innecesariamente llamar su atención —. Por favor Mami, no se lo digas... —suplicó con voz apagada.
La señora Bane se agachó a la altura del pequeño y acomodó uno de sus mechones castaños a la vez que le daba una mirada penosa.
—Entonces obedéceme hijo... —uno de sus ásperos dedos pasó por su delicada mejilla —. Recuerda que es por tu bien.
El pequeño asintió, aún lloriqueando por ser regañado. No le gustaba hacer enojar a sus padres, se sentía mal. Él no era alguien malo.
—Bien, ahora ve a despedirte de tus primas en lo que yo hablo con tu tía —abrió la puerta de la habitación, invitándolo a salir —. Y ya no llores.
Magnus limpió sus lagrimas y salió del despacho.
Allí encontró a Clary, quién tenía la tetera en una mano y su osito de peluche en la otra.—¿Vamos a seguir jugando? —Magnus abrió la boca dispuesto a responder pero un ruido en la otra habitación lo interrumpió.
Ambos niños se miraron y corrieron hasta el cuarto de juegos, Izzy se encontraba tirada en el suelo, llorando y sobando su espalda mientras recogía el juego de tazas que había quedado sobre la mesa.
—"¿Qué pasó?"—gestó Magnus y Izzy movió una de sus manos de manera apresurada mientras apuntaba con la otra al muñeco.
—"Me empujó".
La otra pelirroja se acercó inmediatamente a su hermana para tratar de tranquilizarla. Explicándole con cuidado que Alec no pudo haberla empujado y que seguramente resbaló o se cayó de la silla.
—"Él me empujó" —volvió a insistir esta vez abrazada a su hermana —. "Alec es malo conmigo".
—Alexander no puede hacer eso —cargó al muñeco y se despidió de sus primas —. Es un muñeco bueno.
—Le avisaré a mamá que Izzy se cayó para que la cure.
Clary salió junto a él de la habitación, ambos se marcharon sin notar como Alexander le guiñó un ojo a Izzy, quien seguía sollozando en el suelo.
Quizás Alexander no era un muñeco bueno como decía Magnus.
Ustedes creían que iba a ser mala y los iba a dejar sin cap pues no por ser nueva será cap doble así que ahora si hasta mañana espero la disfruten!! ❤️
PD: si hay errores díganmelo
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DOLLHOUSE (MALEC) (TERMINADA)
Mystery / Thriller➳❥➳❥➳❥➳❥➳❥➳❥➳❥➳❥ Adaptation ◈ ━━━━━━━ ⸙ ━━━━━━━━━ ⸙ ❝Pequeño niño ¿quieres jugar?❞ - | ⸙: Terror/Suspenso | ⸙: Gore | ⸙: Malec (Magnus + Alexander) | ⸙: Inspirado en la canción "Dollhouse" de Melanie Martinez. ...