PANDER

"Preparados"

Entre a mi antigua habitación para ducharme, fue fácil quitar la sangre de mi piel pero no de mi cabello, el agua caliente ayuda más que la fría para limpiar desde la raíz. Salí y me puse una camiseta y unos jeans ajustados, unas botas de montaña. Cuando estaba sepillandome el cabello entró ella.
-¿Estás bien?- dijo Alex
-¿Qué haces aquí?- contesté sin mirarla
-mi hermano regresó y es mi deber estar con él- se sentó a lado de mí
-tu deber es hacer tu vida y dejar que Adam haga la suya- dije aún sin mirarla, me estaba amarrando las agujetas de mis botas
-yo solo quiero cuidarlo- se defendió.
-él lo hace bastante bien- me levanté de mi cama
-Jane, no estoy aquí para pelear- se puso frente a mi
-¿No quieres pelear?, Me arrojáste del último piso de mi edificio sin importar si los humanos nos vieran-.
Esta mujer estaba loca, Alex es la hermana mayor de Adam, cuando nos conocimos su padre peleaba a mi lado contra unos guerrilleros en contra de la Camarilla, fue algo fácil para el clan pero se llevo mucho tiempo. Alex era una adolescente y Adam era un niño, ambos querían pelear pero yo como comandante de la tropa se los negué, Alex me odio desde entonces, pero Adam se hizo mi mejor amigo, entrenábamos juntos, los tres, les enseñaba todo lo que sabía, como desarrollarse y como mejorar, cuando crecieron los llevaron a misiones y se alejaron de mi con el tiempo.
-bueno, tómalo como quieras- dijo caminando a la puerta
-¿Sabes que el clan cambio de Líder?- dije audaz
-no, pero seguramente es una persona inteligente, con experiencia y un soldado que no le importe perder la vida por el clan- dijo Alex mirándose las uñas
-si, tienes esas cualidades y muchas más- me recargué en mi cama -soy yo- miré al colchón. En ese momento Alex, se puso rígida y veía al piso
-felicidades- susurró
-retírate, después hablaré contigo- ordené. Asintió con la cabeza y salió de mi habitación.
Caminé a mi ventana y vi a Alex correr hacia al bosque. Me dirigí al salón de reuniones donde Joseph hablaba con Adam.
-¿Y los prisioneros?- pregunté maldiciéndome por olvidar mi chaqueta
-estan en su celda, pero, ¿Jane?- dijo papá. Sabía que Adam y Joseph planearían calmar mi temperamento. Me limité a mirarlo -no seas tan dura con ellos-
-¿Te refieres a las gemelas o a tu bastardo?- lo reté con la mirada
-tenemos que hacer tu ceremonia como Sire-
-Jane- trato de calmar la situación Adam
-ahora no, no importa lo que digan, las desiciones ya se tomaron y se llevarán a cabo. Ellos son traidores y un bastardo hicieron un ejército para terminar con nosotros y ¿Quieren que no sea dura?- dije levantando la voz cuando me alejaba de ellos.
Las celdas estaban en el último piso del castillo, antes del sótano, eran cubos de piedra fría forjados por metal con magia para debilitarlos, eran extremadamente pequeños, sólo sabía una persona sentada, como una caja de cartón, estaban una sobre otra con largas hileras en altas paredes, era acogedor.
Cuando llegue a las celdas de enmedio eran donde se encontraban las gemelas, separadas  afortunadamente estaban hasta abajo, y no tenía que estar de pie, así que me senté justo en medio de ellas recargada en un muro.
-¿Qué sucederá con nosotras?- pregunto Aylín
-aun no lo decido- contesté jugueteando con las piedras del suelo
-¿Donde esta nuestro hermano?- hablo Aylín nuevamente
-no lo sé- la miré
-¿Nos matarás?-
-no-... -¿Qué fue lo que les dijeron para que quisieran matarme?-
-que estabas detrás de nuestra familia desde hace siglos, que te quieres apoderar del alma de nuestro hermano para destruirlo- hablo por fin Alyn, comencé a reír.
-yo no puedo apoderarme de su alma- contesté
-claro que sí- insistió con seguridad
-¿Como lo sabes?, ¿Porqué estás tan segura?- me acerqué
-¿No sabes las leyendas sobre ti?- 
-¿Leyendas?- me acerqué a la celda
-tu eres "Legendaria"- contestó Ailyn
-no, legendaria es una vampira que existió hace siglos, nadie sabe si murió o simplemente desapareció-. Mi mente estaba confusa, dispersa
-legendaria eres tú- dijo Ailyn nuevamente