4:45 de la mañana. No podía dormir. Mis pensamientos eran solo para Drew, ¿El quería matarme?, ¿Me quería de su lado?. Ya no importa, Jane lo metió a la cárcel de vampiros. Ninguna fuerza humana lo podría liberar, ni siquiera conocía suficiente las leyes del Inframundo para protestar a su favor. No quería estar con Drew pero era el único que podía contestar mis preguntas. Mamá murió de un supuesto asesinato, pero más bien parecía un asesinato pasional. Después de que se divorció del papá de las gemelas nunca tuvo otro amorío del cual sospechar.
Mi celular vibró, la cara de Jane y su nombre aparecieron en la pantalla:
-no quiero hablar contigo- contesté
-no tienes que hacerlo. Tenemos trabajo- dijo a través de la bocina
-no son ni las 5- dije mirando el reloj de nuevamente
-ese no es mi problema- colgó.
Me levanté rápidamente y comencé a vestirme, solamente unos jeans, una camisa casual y una sudadera negra. Justo cuando terminaba de ponerme la sudadera sonó el timbre del departamento.
-tenemos una persecución a unas cuadras de aquí, espero que ya estés listo- dijo Megan cuando abrí la puerta
-vámonos- dije instantáneamente. Bajamos hasta el vestíbulo donde Mitch y Richard estaban esperando -¿Dónde está Jane?- Pregunté cuando no la vi
-ya inicio, de hecho esta muy cerca- dijo Mitch viendo su celular -esta a tres cuadras- echamos a correr. Mitch y Megan en el auto Richard y yo a pie detrás de las sombras que iba de delante de nosotros. En poco tiempo, enfoqué toda mi atención a las personas que aún perseguíamos por más de 5 calles. En ese momento vi una sombra que corría encima de las casas, gracias a una enorme lámpara pude ver a Jane mirando hacia abajo mientras corría sobre los tejados en busca de los dos hombres. De repente dió un gran salto. Habíamos llegado a un callejón de paredes altísimas Richard y yo quedamos enfrente. El auto quedó a un lado y cuando los hombres vieron la posibilidad de escapar por ese lugar Jane cayó desde las alturas impidiendo la salida.
-¡Pongan las manos donde las pueda ver!- ordenó Richard mientras sacaba el arma. Hice lo mismo que él. Por una extraña sensación estaba retrasado en acciones. Los hombres sacaron sus armas apuntando a todos lados nerviosamente
-¡Bajen las armas!- gritó Megan
-¡No se acerquen!- dijo uno de ellos
-oigan- dijo tranquilamente Jane -sabemos que intentaron robarle el apartamento de la señorita Kigman, es mejor que nos dejen arrestarlos o ninguno de nosotros nos detendremos hasta tenerlos- se veía irregularmente relajada, con las manos en los bolsillos y una voz casi baja
-¡Cállate!- grito el otro hombre
-los tenemos rodeados, no podrán escapar- camino Jane hacia ellos. En ese instante el hombre que había callado disparó un par de veces contra el pecho de Jane. Las balas la atravesaron y golpearon hasta detenerse en la pared. Por su parte Jane miró discriminante los orificios de su cuerpo
-grave error- los miro. En un segundo tenía a uno de los hombres esposado en el suelo a mis pies. Y el otro ladrón corría hacia mi dirección; me prepare para atacarlo pero disparó. Cuando recuperé la conciencia del tiempo estaba tirado en el suelo. Jane estaba en frente de dónde estaba parado con la mano en el cañón del hombre, abrió las manos tirando las balas y golpeó al sujeto en el mentón desmallándolo. Richard me puso de pie -llévenlos a la Unidad, tengo cosas qué hacer- dijo Jane pasando a un lado de mí. Los orificios de las balas en su chaqueta de cuero desprendían humo
-¿Esta bien?- le dije a su espalda
-siempre- contestó en mi mente. Después saltó a un edificio.
-encarguense- dije a mis compañeros
-pero, Jeff- dijo Mitch
-¡Es una orden!- grité. Salí corriendo en dirección a dónde había ido Jane.
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PANDER
De TodoEl Clan Vampírico Pander esconde bajos secretos sobre la familia. Jane, primogénita de el jefe del Clan Joseph, matará a quien se oponga en su camino, pero, ¿que pasaría si su propio amado es hijo de su peor enemigo?