La Chica Nueva 18

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Narra Lali:

Convencí a mi hermano de que no llamara a Peter Lanzani. No quería bardos, estaba lo suficientemente triste como para que ahora mi hermano también se peleara con él.

Apenas cené, por mucho que la tía Cris me hubiera preparado mi comida preferida. No tenía ganas de nada.

Nada más terminar de cenar, subí sin despedirme de ninguno a mi cuarto.

— Está muy mal — escuché lo que mi tía decía desde abajo —. siempre es una niña solitaria y callada, pero hoy está peor que nunca —su voz sonaba a preocupación.

— Yo te juro tía, que como mi hermana sufra por ese estúpido , voy y lo mato — anunció mi hermano con agresividad —. Y siempre cumplo mis promesas. Me da igual que Claudia sea amiga tuya — dijo Pato furioso —. De mi hermana no va a reírse nadie.

— Pato, tranquilo... — le dijo mi tía —. Seguro que encontramos una solución para todo esto, cálmate. No digas que vas a matarlo, por favor. Ya se la infancia tan dura que han tenido, y que ha habido mucha violencia, pero la violencia no lleva a ninguna parte, te lo aseguro.

Pero esas palabras no parecieron calmar a mi hermano. Al día siguiente, Peter me contó lo sucedido.

—...—

Narra Peter:

Me sentía fatal por todo lo que estaba pasando. Por mucho que yo jurase que me había cuidado, nadie me había creído, ni Brenda, ni la mamá de Brenda, ni siquiera mi vieja. Todo el mundo me trataba de responsable y mentiroso. Y lo peor, Lali... Lali se había enterado de todo lo ocurrido y ni siquiera quería hablar conmigo. ¿Qué mierda iba a hacer con todo esto ahora?

Me llamaron para cenar pero no quise bajar, no tenía ganas de nada, ni de comer ni de ver a nadie. Brenda me llamó un par de veces, pero no atendí, ni tenía ganas de hablar con ella, tan solo tenía ganas de matarla y mandarla a la mierda.

Pero de repente, casi a las 12 de la noche, me llamó un numero desconocido, no lo tenía agendado. Por un momento, tuve miedo, pero después, atendí:

— ¿Sí? – pregunté —. ¿Quién es?

— ¿Sos Peter ¡, verdad? – me preguntó una voz masculina que me resultaba conocida.

— Sí, soy Peter, ¿vos quién sos? – le pregunté.

— Pato, el de tu clase, el hermano de Lali – respondió él —. Quiero hablar con vos para dejarte claro que a mi hermana la tenés que respetar.

— La respeto y la amo, Patricio – le dije con voz clara.

— Dejame hablar primero a mí – me interrumpió —. Ella ya lo ha pasado suficientemente mal durante todos los años que hemos estado en Europa. Llega a Argentina, para iniciar una nueva vida, y da la casualidad de que se enamora de vos. Y eso no es lo peor, es que vos ya estabas con otra, y esa otra está embarazada de tu hijo — me dijo con voz de enojado —. ¿Te pensás que mi hermana es un juguete?

— No — suspiré —. ¿Por qué decís eso? A Lali la amo, estoy de verdad enamorado de ella. Te lo juro... No sé porque Brenda me dice que el bebé es suyo, Cada vez que hemos tenido relaciones nos hemos cuidado. La dejé porque amo a Lali, no porque no quisiera hacerme cargo del bebé de Brenda — dije siendo sincero —. Te juro que no sé porque me están culpando de eso. Nadie me entiende, mi vieja me reta y Lali no quiere hablar conmigo — suspiré —. Yo también lo estoy pasando mal por culpa de todo esto, ¿sabés? Para mí lo peor es que tu hermana no quiere hablar conmigo, nadie me cree. Y estoy diciendo la verdad.

—  ¿Y quién va a creerte con la fama de mujeriego que tenés? — me preguntó Pato con voz furiosa —. Sos el popular del colegio, ¿por qué ibas a estar con mi hermana? Ya te he dicho, no te rías de mi hermana, no es el juguete de nadie. La respetas, ¿de acuerdo? Porque como sufra por vos, te juro que te rompo las bolas, ¿me escuchás?

Tragué saliva:

— Pato, amo a tu hermana, de verdad, estoy enamorado de ella. Ella me ha hecho ver la vida de otra forma, me habló de Brenda, vi la verdad sobre ella. Supe escucharme a mí mismo, es lo más bueno que conocí en la vida, te lo juro, Patricio. A tu hermana la respeto y la amo, nunca la haría daño. Tal vez no me crees, ya sé que nadie me está creyendo con todo esto, pero yo te lo digo claro. Y por favor, decile a Lali que me llame — tragué saliva y no pude resistir la lágrimas.

Y sin decir nada más, corté la llamada.

No dude ni un momento más. La mandé un sms a Brenda: "Quiero que te hagas un ADN, me da igual que eso afecte a tu hijo. Ese bebé no es mío, y lo vas a demostrar. Mi relación con Lali no se va a joder por vos si es lo que pretendes. No voy a volver con vos, ni estando embarazada siquiera. No te quiero, sos una mentirosa y una estúpida, igual que tu mamá. Te odio".

Aquella noche apenas dormí. Por la mañana, me fui al colegio sin desayunar, y nada más llegar, fui a hablar con Lali. Estaba ya en clase, sentada con sus amigas. Fui a acercarme a ella, pero Candela me puso la mano en el pecho, como frenándome:

— No vas a acercarte a Lali, ya la has hecho sufrir demasiado — me advirtió —. Basta ya.

— Anda a hacer sufrir a Brenda, Lali no es tu juguete — me dijo Eugenia.

Lali ni siquiera me miraba.

Suspiré, la agarré la mano a candela y la saqué de mi pecho. Después, agarré a Lali de la mano, y la saqué de la clase. Me iba a escuchar... No iba a dejar que se fuera de mi vida por culpa de Brenda.


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⏰ Última actualización: Nov 19, 2019 ⏰

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