Capítulo 8

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A la mañana siguiente, Mina estacionó su motocicleta y con un rápido caminar, interceptó a Sabater en un pasillo.

-Director, por favor, tenemos que hablar.-

El Director se detuvo y alzó una ceja ante la chica. En su mirada se veía que intentaba mantener la apariencia de que seguía enojado con ella.

-¿De qué exactamente, Larson?-

Mina sacó su teléfono y le mostró la foto de Donald en la Cadena Nacional como Viceministro de Educación.

La actitud de Sabater cambió radicalmente. Abrió los ojos como platos, le quitó el teléfono a Mina, borró la foto y la vio con seriedad.

-Sígame.-

 

Mina entró a la oficina siguiendo a Sabater.

-Eso… esa foto…la tomaste durante la cadena de ayer ¿No?- inquirió el Director.

La pelirroja asintió. -¿Usted sabía de esto?-

Sabater suspiró, sentándose y haciéndole un gesto para que hiciera lo mismo.

-Evidentemente sabía, Mina. Por favor, lee esto.-

El Director sacó un documento de una carpeta y se lo tendió.

-¿Qué es?-

-Una Gaceta Oficial.-

 

Mina tomó el documento en sus manos y lo leyó, con la ansiedad creciendo en su interior.

Artículo 4 Resolución 058

El Consejo Educativo está conformado por padres, madres, representantes, responsables, estudiantes, docentes, trabajadores administrativos, obreros de instituciones educativas. (...) También podrán formar parte de la comunidad educativa las personas naturales, jurídicas, y voceros de las diferentes organizaciones comunitarias vinculadas con las instituciones educativas.

 

-No… no entiendo…- susurró ella con el ceño fruncido. -¿Qué quiere decir?-

Sabater observó a Mina con seriedad.

-Significa que cualquiera autorizado por el gobierno puede entrar al COnsejo Educativo de cualquier colegio de su comunidad, y tener voz y voto en cualquier decisión, desde aprobar o no un proyecto escolar hasta votar si despedir o no a un profesor.-

-Eso..¡Eso es horrible! -exclamó ella.

Sabater asintió con gravedad.

-¿Eso quiere decir que cualquiera puede entrar con un permiso del gobierno y modificar las cosas aquí sin saber ni siquiera el sistema de éste colegio?-

-Así es.- susurró el Director. -Y además, ahora con la materia de Ciencias Políticas siendo obligatoria… es más fácil para ellos meter las manos en cada Consejo Educativo.- Sabater suspiró. -Inclusiva aquí ya tienen a alguien.-

-Donald- susurró Mina.

El director asintió.

-Donald Richmond y yo hemos tenido ciertas… discusiones, por ponerlo de alguna manera, en el tribunal del Ministerio en otras ocasiones. Cuando el Ministro lo asignó a dar clases aquí, fue algo que tomé como un golpe bajo y personal. No me extrañaría que con el puesto que tiene el Profesor Richmond en el Ministerio haya escogido el venir a este colegio.-

Mina frunció el ceño. -Disculpe, director, pero… ¿dijo asignado?-

-Todos los profesores de Ciencias Políticas en todos los colegios de Blackridge fueron asignados por el Ministerio.- Sabater hizo una pausa al ver la reacción de espanto de Mina. -Si, puede que tu situación de “rebeldía” se esté dando con otros alumnos en otros colegios. No, Mina, no estás sola.-

 

Aquello le dio esperanzas a Mina. No estar sola contra aquello la hacía sentirse más aliviada, menos perdida. Sin embargo, le preocupaba lo que estaba ocurriendo. ¿Cuántos Donalds había allá afuera intentando adoctrinar a alumnos en sus salones? ¿Cuántos alumnos se estaban dejando manipular? ¿Cuántos sabían que estaba pasando realmente?

Sabater extendió una mano hacia ella y la pelirroja alzó la mirada.

-Mina.-

-¿Si?-

-No dejes que se metan en tu cabeza.-

¿Y Si Me Opongo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora