Blancanieves pensó que quizás hubiera mandado la orden de matarlo a mas personas así que decidió pasar por otro lugar mientras rodeaba la gran muralla. Creyó que si se dirigía hacia las minas, podría llegar hasta el turón del castillo. Decidió ser sigiloso pensó que no debía ser visto. Se adentró con cuidado, estaba harto de los zapatos de tacón y los vestidos, al ser largos se enganchaban en las rocas y en seguida quedaba negro del carbón, pero fue cuando se había adentrado lo suficiente como para no ver la luz del sol, que solo las antorchas iluminaban el oscuro y claustrofóbico camino que escuchó voces. Se paró de golpe, no podía comprender como era que habían trabajadores en ese momento, solo se sacaban los diamantes una vez al mes y estaba completamente prohibido que cualquier persona se acercara a sus minas. Los diamantes que se encontraban en ese lugar eran de la realeza. Se adentró poco a poco evitando hacer mucho ruido, abajando su cuerpo para ocultarse en una de las rocas que sobresalían y fue entonces cuando los vio. No había visto nunca a nadie parecido, eran enanitos. Eran hombres, pero muy bajitos, había dos de ellos, estaban picando en las rocas con fuerza, mantenían las manos completamente sucias, y a su lado, un saco lleno de algo que parecía duro. Blancanieves estaba seguro que no eran rocas. Eran ladrones de diamantes. No podía asumir que robaran su propio dinero. Se levantó el vestido y cogió el puñal, fue entonces cuando empezó a correr hacia el que tenía mas cerca. Antes que pudiera llegar a él, el hombre se giró y bajó su cuerpo en el momento que daba una patada al muchacho consiguiendo que al recibir el golpe notándose completamente adolorido parara y se cayera al suelo. Blancanieves intentó defenderse, intentó darle un puñetazo pero el hombre lo esquivó, el otro lo miró como si no se estuvieran peleando, como si su compañero no necesitara de su ayuda.
- ¡Como gosais traficantes robar en mi reino! – gritó en el momento que intentaba de nuevo golpearle. Pero el hombre seguía esquivándolo antes que se diera cuenta ya había hecho un salto hacia atrás del cuerpo del muchacho. El hombre era más ágil de lo que jamás había visto, cogió la muñeca de Blancanieves y lo tiró hacia atrás. Nunca nadie con una sola mano lo había cogido con tanta fuerza. Intentó patearle pero se movía como un guepardo. Era mejor que todos los soldados que había visto. Completamente sorprendido intentó defenderse con la mano sobrante con el puñal pero el hombre le cogió y de una patada lo mandó a volar entre las rocas. Notó algo doloroso, un fuerte golpe, en la cabeza, lo dejó aturdido, la visualización empezó a ser borrosa, el dolor que provenía de su cabeza parecía que palpitara, y poco a poco todo oscureció.
El otro hombre que se lo miraba se había acercado y le había dado un golpe con la empuñadura del pico.
- ¿Y ahora qué hacemos? – dijo el hombre que soltaba el brazo dejando caer la figura de la "mujer" al suelo
- Nos la llevaremos – dijo el otro que acababa de colocar unos diamantes en la bolsa – Si la dejamos aquí podría hablar demasiado y descubrir que llevamos demasiado tiempo robándolos – dijo
- Tenéis razón, aunque si la mojáramos con alcohol quizás creerían que es una loca borracha... - añadió cogiendo el brazo de la "muchacha" en el momento que empezaba a moverla.
- Debemos evitar por el momento ser descubiertos, y deberíamos irnos... es evidente que podría aparecer otro aldeano.
Los dos hombres salieron sigilosamente de las minas y se adentraron en el bosque prohibido.
La reina sonrió al ver a su esposo que entraba en la habitación y se acercó por detrás para abrazarle llevando su mano hacia su pecho varonil del rey para acariciarlo. El hombre sonrió en el momento que giraba su cuerpo y la acorralaba en la mesa que se encontraba en su habitación
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WHITE SIN MANZANA
FantasyHabía una vez en un reino muy y muy lejano una princesa de piel blanca como la nieve, cabellos negros y labios carmesí su belleza era tan extraordinaria que los príncipes de los reinos cercanos querían casarse con "ella" pero lo que no sabían... era...