El reino seguía viviendo en la miseria, la gente moría de hambre, los que no podían pagar los precios de la reina les esperaba la muerte, la mujer permanecía completamente orgullosa de todo lo que había conseguido, había asesinado el rey y se había hecho con el trono. No había vuelto a ver a la princesa Blancanieves, el cazador había vuelto con el corazón de la princesa, que lo había colocado dentro de la caja como la reina se lo había pedido. Disfrutaba de la idea de que estuviera muerta. Se acercó orgullosa, a pasos seguros hacia el espejo mágico y sonrió.
- Espejito... espejito mágico muéstrame al ser mas perfecto y bello de todos los reinos
El espejo reaccionó a la voz de la malvada bruja, apareció un muchacho bello, su piel era blanca como la porcelana, sus cabellos negros como el ébano, era un hermoso muchacho apuesto.
La bruja enfureció en el momento que empujaba una de las copas acristaladas que se encontraba en la mesa consiguiendo que recibiera un fuerte golpe hacia la pared y se rompiera en un montón de trozos esparciéndose por el suelo.
- ¿Quién es? - se quejó - ¿Por qué me mostráis un hombre? - preguntó molesta
- Mi reina - respondió el espejo mágico - No habéis formulado la pregunta correcta - anunció
- ¿¡Cómo!? - gritó completamente enfurecida cogiendo el espejo con la intención de tirarlo al suelo
- Mi reina siempre habéis formulado quien es el ser mas bello de todos los reinos... - indicó el espejo - vos sois ahora la mujer mas hermosa... pero cuando este muchacho se vista de mujer.... No lo seréis nunca mas - indicó en el momento que mostraba a Blancanieves.
La reina paró los movimientos sin comprender lo que el espejo estaba diciendo
- ¡Porque! ¡Porque esta viva! - gritó
- Mi señora... os dije que no era lo que parecía... Ese muchacho es en verdad Blancanieves - explicó el espejo mágico mostrando de nuevo el bello muchacho que parecía entrenar con una espada - Si es hombre como si es mujer es el ser más bello de todos los reinos - indicó
La reina empezó a gritar. Dejó el espejo en la pared de nuevo acercándose a la mesa redondeada empezando a tirar todo lo que se encontraba intentando amortiguar la rabia que la envolvía. Se había burlado de ella, ese hombre se había burlado de ella completamente haciéndole creer lo que no era. Hizo llamar a los guardias que se encontraban protegiendo la puerta de su estancia.
-¡Guardias! - gritó totalmente enfurecida - ¡Guardiaaas! - indicó masticando cada una de sus palabras sin poder evitar presionar sus puños - ¡Encontrad al cazador y a su familia, quiero sus cabezas encima de la mesa! - gritó - Si no me las traéis me aseguraré de tener vuestras cabezas en mi mesa antes de que se ponga el sol - añadió completamente llena de rabia consiguiendo que los dos soldados que habían entrado salieran de la habitación. La reina malvada dio un fuerte golpe en la puerta de madera para cerrarla y desvió la mirada completamente enfurecida al espejo mágico. - ¡¿Dónde está?! - gritó - ¡¿Dónde se encuentra quien cree que puede humillarme?! - gritó completamente molesta.
- Mi señora, Blancanieves está viviendo en una cabaña en el bosque prohibido - indicó el espejo mostrando el lugar del bosque - Esta conviviendo con una organización que se hace llamar los siete
- Los siete... - indicó completamente molesta en el momento que caminaba hacia una de las estanterías buscando con la mirada uno de sus libros polvorientos. - ¿Quiénes son? - preguntó
- Sus enemigos majestad - contestó - Están intentando luchar contra vos... y tienen muchas armas para hacerlo, si lo que queréis es matar a Blancanieves vos misma... debéis ser cuidadosa
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WHITE SIN MANZANA
FantasiaHabía una vez en un reino muy y muy lejano una princesa de piel blanca como la nieve, cabellos negros y labios carmesí su belleza era tan extraordinaria que los príncipes de los reinos cercanos querían casarse con "ella" pero lo que no sabían... era...
