Capitulo 2 La promesa

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Blancanieves intentó encontrar otra entrada para poder evitar criadas y personal del castillo para llegar a su habitación, le costó, tuvo que ocultarse varias veces y colocarse algún que otro objeto para ocultar la visible erección pero al final llegó a la puerta.

- He visto que el príncipe volvía al castillo corriendo – comentó una voz demasiado reconocible. Blancanieves suspiró abriendo la puerta dejando pasar al mayordomo detrás de él. El mayor cerró la puerta en el momento que Blancanieves se giraba mostrando su erección

- Pues supondremos que se asusto un poco – comentó con burla

- Blancanieves debíais guardar vuestro secreto hasta después de la boda – se quejó suspirando – Seguramente tendremos que partir hoy si ha descubierto que sois un hombre.

- Tarde o temprano lo iba a saber...

- Pero no ahora, la ira del rey será exagerada... - comentó en un suspiro. Blancanieves se sacó la peluca dejándola en una de las sillas y bajó parte de los tirantes de su vestido empezando a sacarse el exceso de ropa que metía en la zona del busto para simular que tenía. El mayordomo observaba como se limpiaba el maquillaje y conseguía sacarse el vestido quedando con ropa interior.

- A veces.... – dijo el muchacho – Creo... que me miráis mucho – el mayor desvió levemente la mirada en el momento que el muchacho sonreía con burla y se sentaba de nuevo en la cama – Creéis que soy hermoso incluso siendo un chico... - añadió Blancanieves – Creo que sois el único que lo piensa, bueno, también el único que sabe de mi identidad... pero... la manera en que me miráis hace pensar, que aunque pudiera ser vuestro hijo por la edad, me deseáis... - comentó seguro. El mayor volvió observar al muchacho que separaba las piernas - ¿Me equivoco?

- Le respondería... - dijo el hombre desajustando el cuello de la camisa – Que es solo un niño con exceso de confianza... pero la verdad... que soy un adulto para andar con rodeos...

- Pues... - añadió Blancanieves con una sonrisa – Fuisteis contratado en este viaje para acompañarme para ayudarme... ahora deberíais buscar la manera de hacer vuestro trabajo

- Bien... si vos lo ordenáis yo obedeceré...

- Así me gusta...- comentó el muchacho, el hombre se arrodilló en el suelo delante de él. Cogió la ropa interior con sus enormes dedos y la deslizó por sus piernas que el muchacho volvía a juntarlas para ayudarle a despojarse de toda la ropa. Al quedar completamente desnudo Blancanieves volvió a separar las piernas sin sacar los ojos de encima del mayordomo.

- Al ser su primera vez con algo así...intentaré que lo disfrutéis... - añadió el hombre, sus manos frías acariciaron su pecho desnudo guiándolas lentamente hasta coger el miembro entre sus dedos y empezó a moverlo con lentitud. El muchacho abrió la boca al sentirse tocado, una extraña sensación recorrió todo su cuerpo notando como parecía que desprendía calor, el hombre acarició levemente sus testículos con las dos manos sin dejar de mastúrbale, sin dejar de bombear su miembro desesperado por atención.

- Mngh... - suspiró el muchacho acalorado observando los movimientos y las manos del hombre que lo estaban tocando. El hombre pasó su lengua húmeda por los lados de su miembro consiguiendo que el muchacho abriera los ojos notando que el rubor invadía su piel blanquecina. El mayordomo empezó a lamer con su lengua caliente la piel del muchacho, resiguiendo cada parte de sus bolas hacia el miembro que seguía bombeando llevando la punta de su lengua hacia el glande. Blancanieves se estremeció al paso de su lengua de una forma exagerada notando como todo su cuerpo notaba un placer indescriptible y demasiado agradable. – mngh... Ah...

WHITE SIN MANZANAWhere stories live. Discover now