La cafetería era pequeña, estaba ubicada entre una librería y una pequeña florería en el centro de la ciudad, de hecho, la había encontrado por mera casualidad. Por fuera tenía una fachada hecha de ladrillos blancos, con pequeñas jardineras enmarcando cada una de las grandes ventanas a los costados de la puerta de color vino un tanto descolorido.
Desde las ventanas se podían ver un par de mesas diseminadas por todo el establecimiento, cada una con un florero con flores frescas, así como parte del mostrador, hecho de firme madera de pino, una vitrina que exhibía exquisitos postres y algunas máquinas para hacer los más deliciosos cafés.
Apenas y llevaba un par de semanas viviendo en esta parte de la ciudad, habiéndose mudado de estado solo para asistir a una universidad con un buen programa académico en psicología. Bueno, tanto ella como su hermana Queenie, pero esta última era un alma libre por lo que el cambio solo la emocionó muchísimo.
Cuando por fin entró a la cafetería se aseguró de inspirar muy hondo, pues el aroma de café y postres recién hechos la reconfortaba muchísimo.
Llegó sonriendo a la barra para pedir su típico café americano con dos de azúcar cuando se sorprendió al notar que quien estaba detrás de esta no era Jacob, el nieto de la dueña de Kowalskis, sino un chico muy alto, de tez ligeramente bronceada, una melena de risos castaños bastante despeinados y los ojos más interesantes que jamás había visto.
Este le sonrió ligeramente desde detrás de su cabello, Tina se preguntó cómo era eso posible mientras fruncía ligeramente el ceño y se acomodaba las correas de la bolsa que llevaba consigo.
-... ¿Puedo tomar su pedido, señorita?- murmuró el chico, evadiendo cualquier contacto visual.
Tina sacudió ligeramente la cabeza al ser llamada señorita, jamás se le habían dirigido así, y suspirando contesto lo más amablemente posible:
-Buenas tardes, un café americano con dos de azúcar, por favor- dijo, mientras sacaba la cartera de la bolsa.
-Bu...buenas tardes, si...claro, café, dos azúcar- murmuró rápidamente el muchacho al tiempo en que le daba la espalda y se ponía a trabajar en el café.
-3,40, ¿no?- preguntó Tina, ya con el dinero en la mano. El chico solo se dio la vuelta rápidamente, parecía como si quisiera darse un golpe en la cara, pero solo tartamudeó un leve sí, antes de tomar el dinero de Tina.
Un tanto extrañada por la actitud del chico Tina se dispone a esperar por su tan ansiado café entreteniéndose con su teléfono un poco.
Queen:
Teenie, ¿podrías traerme una tarta de frambuesas de Kowalskis?. Estoy cubriendo a Mary en el descanso y no podré salir por ella.
Teniee:
Claro, ¿quieres algo de tomar también?
Tina apartó la vista de la conversación que tenia con su hermana por unos momentos al escuchar como el chico murmuraba/gritaba "¡caliente!", al asegurarse de que en sí no se había quemado, sino que solo había tocado una parte de la cafetera que estaba caliente Tina volvió a concentrarse en su conversación.
Queen:
No, antes de irse Mary me trajo chocolate caliente. Solo la tarta, por favor.
Teniee:
Bien
Queen:
¡¡Por cierto!!
Dile a Jacob hola de mi parte ;D
Teniee:
No puedo, hay otro chico trabajando.
Queen:
Aw! XC
Espera...
-Disculpe...¿Señorita?- rápidamente Tina dirigió su vista al chico, quien sostenía su café.
-Oh, lo siento...- bloqueó rápidamente el teléfono y lo metió en el bolsillo delantero de su pantalón mientras tomaba rápidamente el café – gracias- le brindó una leve sonrisa.
El chico solo se le quedó mirando, y Tina pudo notar que sus ojos eran cafés con un poco de azul verdoso. Al darse cuenta de lo que estaba haciendo Tina desvió la mirada y carraspeó un poco mientras sentía calor subir por sus mejillas y cuello.
-También quiero una tarta de frambuesa, por favor.
-Claro...eso serian 4,37- decía el chico mientras tomaba una del exhibidor y la ponía en una bolsa de papel.
Tina dejó el café en la mesa, tomó nuevamente su cartera de la bolsa y sacó el dinero para pagar la tarta.
-Toma- las manos de Tina y el chico se tocaron levemente, y Tina odiaba ser cliché, pero juró sentir algo, antes de que el chico se apartara como si su toque quemara.
-Gracias- guardó la tarta con cuidado en su bolsa, tomó su café para ya marcharse del lugar, desgraciadamente hoy no podía quedarse a disfrutarse de su café ahí.
Justo cuando se encontraba fuera de la cafetería sintió su teléfono vibrar, lo sacó y en la pantalla se veía un mensaje, era de Queenie:
Queen:
¿Es lindo?
Tina lo pensó detenidamente, no sabia su nombre y apenas lo había visto, además su actitud fue un poco extraña, pero de algo estaba segura.
Teniee:
Totalmente.
Llegaré en 10.
YOU ARE READING
Coffe & tea
FanficVersión moderna de Animales fantásticos y donde encontrarlos. ----- En donde Newt y Tina se encuentran en una cafetería y la magia comienza a fluir.