Capítulo 4

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-Muy bien Pickett, solo por esta vez vendrás conmigo, pero debes saber que por esto me acusan de favoritismo- murmuraba Newt mientras intentaba sonar un poco enojado con el pequeño Pickett.

Newt lo tomó delicadamente en sus manos, y Pickett siendo tan consentido rápidamente se desplazó por todo su brazo hasta quedarse en el hueco entre el hombro y cuello de Newt, donde se acurrucó y quedó por fin tranquilo.

Pickett era el más pequeño de sus mini-hamsters, era de color gris en la parte de arriba y en la parte de su panza era de color blanco. Tenía unos expresivo, y redonditos, ojos negros y unas orejas semi circulares entre gris y blanco.

Cuando notó que Pickett se quedó tranquilo en su cuello Newt comenzó a darle comida a sus otros mini hamsters: Titus, Finn, Poppy, Marlow y Tom, quienes estaban haciendo de las suyas en la casa para hamsters mediana que tenía en su departamento, Titus estaba en la rueda azul corriendo, Marlow intentaba entrar a la rueda, pero no podía, Finn y Poppy estaban peleando entre ellos mientras que Tom estaba bebiendo un poco de agua del dispensador.

Cuando Newt les dejó la comida en el plato blanco que había en la esquina izquierda de la casa todos dejaron de hacer lo que hacían y se acercaron. Newt se aseguró de darles unas caricias a todos.

Una vez se aseguró que tenían suficiente agua, que el aserrín estaba limpio y que ya hubieran comido, ahora si Newt podía dirigirse al trabajo sin ninguna preocupación.

Tomó su mochila azul del sillón, su teléfono y sus llaves y justo cuando iba a salir sintió un leve cosquilleo en su cuello.

-Cierto, lo siento Pickett- tomó a Pickett y lo puso en el bolsillo delantero de su sudadera gris claro- te tienes que quedar ahí y portarte bien, sino ya no te traeré conmigo y te dejaré con los demás. Pickett soló chilló un poco en respuesta. Newt sonrió levemente.

Ahora sí, salió de su departamento y se dispuso a ir a su trabajo.

Durante el trayecto Newt recordó que tenía que avisarle a Jacob sobre Pickett.

Scamander:

Jacob, llevaré a Pickett hoy al trabajo, no se sentía del todo bien. Juro que se portará bien y no hará ningún desastre.

Jacob:

Está bien, Newt.

Confío en tu palabra, además ya va siendo hora de que conozca al pequeñín.

Scamander:

Se llevarán bien :)

Newt caminaba con una mano metida en el bolsillo delantero de su sudadera, en donde Pickett se acurrucaba sin ningún problema pese al movimiento, y con la otro iba mensajeando con Jacob. Al parecer hoy le tocaría estar haciendo los pedidos en la cafetería. Newt solo esperaba que no hubiese tanta gente.

Media hora después, Newt se lamentaba de su suerte, pues la cafetería estaba completamente llena. Los pedidos no dejaban de llegar y tanto aroma de café lo estaba comenzando a marear, pues pese a que trabajaba en una cafetería no era un amante de tan famosa bebida, sino de su amado té. Él no podía dejar de lado sus raíces británicas tan fácilmente.

Cerca del medio día las personas comenzaron a dejar la cafetería, dejando tanto a Jacob como a Newt un tanto aliviados. Justo cuando Newt terminó de hacer un americano para una chica universitaria que parecía necesitar unas cuantas horas de sueño, la cafetería quedó vacía.

Una vez la chica dejó la cafetería Jacob le dijo a Newt que podía tomar su tan merecido descanso, pues con toda esa multitud este había pasado hacia una hora. Newt solo suspiró pesadamente mientras estiraba un poco los hombros, agradecía tener trabajo, no soportaba estar ocioso, pero jamás dejaría de sentirse atormentado al estar rodeado de tantas personas.

Fue cuando metió una de sus manos en el bolsillo frontal de su sudadera que sintió pánico.

Pickett no estaba.

-¡¡PICKETT!!- Newt comenzó a gritar/murmurar mientras miraba el piso, completamente asustado.

Jacob se percató de que algo había cambiado en el comportamiento de Newt, por lo que cuidadosamente se le acercó.

-Hey Newt, ¿sucede algo?- trató de sonar calmado, pero al ver la expresión de Newt no pudo evitar sentirse un poco preocupado.

-Es Pickett... no está...- murmuró sin siquiera dedicarle una mirada, pues aún miraba el suelo esperando ver una pequeña bola de pelo gris caminando.

-Tranquilo, puede que todavía esté en la cafetería. Con que nadie abra la puerta podremos buscarlo sin tener....- obviamente justo en ese momento la suerte no estaba de su lado, ya que la puerta se abrió, anunciando a un nuevo cliente.

Jacob y Newt se dedicaron una rápida mirada en donde claramente se podía ver que odiaban su suerte y justo antes de saltar sobre la puerta para cerrarla escucharon un pequeño grito.

-¿Pero qué haces tú aquí?- se escuchó la voz de una muchacha venir desde la puerta.

Newt observó que se trataba de la chica de la otra vez, la chica del parque, y que en sus manos estaba el pequeño de Pickett. 

Coffe & teaWhere stories live. Discover now