-Sábado-
-Fui a la casa de mi amiga, estaban ahí sus primas, sus amigas del colegio con la cual solo me junto con una, pero justo no había ido ese día. Al llegar programaron el video, así que prácticamente eso fue lo primero que hicimos.
La madre de Dayana, de repente prende el televisor, para empezar a ver el video, ya todos se sentaron, pero no sabía dónde yo hacerlo, así que me fui a un rinconcito con Danna y Dayana. Pasó el tiempo, y en medio de carcajadas, se acerca alguien.
Estaba tan despistada que lo primero en lo que me fijo son en sus zapatos, mi mirada va subiendo, voy viendo su pantalón Jean, al mismo tiempo su camiseta color gris. Veo su rostro, y era ese chico, quien se ha empeñado en mirarme.
-Su nombre es Damián, tiene mi misma edad 15 años, su signo zodiacal es Sagitario y cumple el 2 de Diciembre. La verdad si se preguntan porque me acuerdo de esto, no lo sé, no es como si lo hubiera repetido un millón de veces en mi cabeza para recordarlo, con tan solo habérmelo dicho una vez, se me quedo, hay números y meses que siempre recuerdo con mucha facilidad, es medio raro de explicar. Que le gusta, pues solo sé que como todo chico de ahora, le gustan los videojuegos, esa es su pasión, siempre lo pasaba publicando en Facebook.
Sus colores favoritos, pues si no mal recuerdo, siempre suele vestirse de color amarillo, así que supongo que ese es su color, no se muchas cosas sobre él, solo me ha nombrado, que su madre siempre pasa fuera de su casa, porque estudia y su padre de igual manera, así que prácticamente él tiene que siempre cocinarse todo, hacer lo que una ama de casa hace.
-Al verle su rostro, me ha quedado mirando regalándome una sonrisa.
He bajado mi mirada rápidamente, por curiosidad le he vuelto a mirar se ha sentado al frente a mío.
Como siempre, me he quedado muda. No he podido estar tranquila teniéndole a mi lado, he estado así todo el rato desde que ha empezado el video hasta terminarlo.
-Ahora que me doy cuenta, ya ha está oscureciendo, falta muy poco para que mi madre me venga a ver
Dayana me prestas tu teléfono, para pegarle una timbrada?- le dije yo.
-Claro, vamos te acompaño.
He llamado a mi madre y ha quedado en venirme a ver dentro de una media hora.
Mientras la espero, me he sentado junto a mis amigas en medio de la plática se acerca Damián.
Vaya sorpresa la que me ha dado, no me lo esperaba.
-Kate, puedes venir un momento necesito que me acompañes. –me dijo él.
-Bueno, vamos. –le dije yo.
Al bajar las escaleras, se ha detenido en una de ella se ha girado dándome su cara y me dice.
-Me puedo tomar una foto contigo?
-Ehhh, está bien no hay problema. –le he dicho yo, un poco asombrada.
Nos hemos tomado la foto, no sabía que cara poner mi cara estaba tan tensa, como cuando te pones una de esas mascarillas de clara de huevo en la cara.
-Pero que bonita has salido.
-Que?! Te parece bonito, he salido mal.
-Claro que no has salido mal, si eres muy bonita.
Típico todo chico te dice esto, para que caigas en sus redes esas tácticas ya me las conozco, poco le he creído, me considero simpática, pero no al grado de ser muy linda.
Hemos platicado un poco sobre temas cotidianos, de repente ha sacado una pregunta que me ha molestado, pero no se lo he demostrado.
-Puedo besarte? –me dijo él.
-Claro que no, porque quieres besarme? –le dije yo, con un tono una tanto alto.
-Porque me gustas desde hace mucho. –me ha respondido él, agachando su cabeza.
-Discúlpame, pero me parece esto muy apresurado pero si puedo darte un abrazo. –le respondí yo.
Nos hemos abrazado, pensé yo sentir esa emoción que dicen sentir todas las chicas cuando están enamorados, sentir un nerviosismo en tu cuerpo, en tu estómago, como si fueran maripositas. Pensé que tal vez iba a sentir esta emoción, después de tanto cortejo, pero no. Me ha aparecido un abrazo un tanto seco, como cuando abrazas a un desconocido, no sientes ninguna emoción. La misma sensación la he sentido yo.
Después de esto, se ha despedido de mí para irse a su casa.
He subido las escaleras, nerviosa sin saber qué cara poner.
-Oye Kate te hemos visto que hicieron? –Dijo Danna.
-Nada, solo hemos hablado y quería una foto conmigo. –Dije yo.
-Ahhh bueno, parecía Damián que tenía otras intenciones contigo. –Ah vuelto a hablar ella.
-Que va, no quiero estar con él, no me gusta. Y no sé porque le gusto yo. –Dije yo un tanto confusa.
Cambiamos de tema, luego de un buen rato ha sonado la bocina del carro de mi padre, he salido a la ventana y le he dicho que ya bajo. Me voy a despedir de todos, para ser este nuestra último adiós.