Capítulo 5 - 15 años

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S Á B A D O 17 / M A R Z O

Vaya maravilla de día, se imaginan, ha llovido durante todo el día, un día bastante sombrío con muchas ganas, de tomarse un chocolate y quedarme en mi cama, con una colcha viendo la televisión o revisando mi celular sin hacer nada, pero no. Llega mi madre a llevarme a la casa de mi hermana (quien es una maquilladora profesional) apresurada eran tipo 5 de la tarde, para vestirme, arreglar mi cabello las uñas, por una parte me gusta que hagan ese tipo de cosas, es divertido, pero no, me estresa cuando me empieza a controlar, haga cosas que a ella le gusta. Dios santo el tiempo pasa volando y ya son a las 8 de la noche, me apresuro, mi hermana termina de maquillarme, así que me alisto para volver a mi casa. La fiesta empieza a las 9 y tengo que estar temprano ya que soy la Dama de sus 15 años.

Llegando a mi casa me voy poniendo el vestido color rosa de escote y falda blanca, junto a unos tacones color plomo.

Voy saliendo de mi casa (Toda la calle estaba húmeda) por suerte mi padre, me puede llevar al lugar de la fiesta, o si no tocaría haberme ido en taxi. Llegue al lugar, la decoración, estaba muy linda, muchos invitados, sobre todo bastantes familiares de mi amiga, poca gente que conocía.

Aun así, el ambiente se me hacía muy familiar y agradable. Mis compañeros de baile, todos estaban muy nerviosos, por si un paso salga mal, que no recordemos, o alguien por el piso un poco mojado, se caiga. Con todos estos nervios, me hacían poner a mi aún más nerviosa.

-Señoras y señores, niños y niñas. A continuación las Damas y caballeros de nuestra quinceañera, les mostraran una presentación, algo que ellos han preparado con mucho esfuerzo y dedicación durante meses, espero que les sea de su agrado. (Dijo el presentador)

Entre temblando con mi caballero en medio de la pista de baile, comenzó el baile, fue grandioso, grandiosoooo, me encanto, creo q lo hice bien, lo bastante normal, lo peor que me podía pasar es resbalarme, lo cual casi me sucede, pero me sostuve con mi otro pie.

Risas, contagiaban mi estado de ánimo, así que ni para qué, fue muy lindo estar con todos ustedes.

La fiesta siguió, música para los viejos, donde la juventud, paso a retroceder épocas, todos se pusieron a bailar. Y si hay estaba el "El" no me interesa, tengo que definirlo con certeza, pero su mirada penetraba en mí, realmente incomoda, de por si soy muy nerviosa, insegura de mi misma.

¿Qué mierda tengo en mi cuerpo, ropa, cara? ¿Estoy bien? ¿Estoy mal? ¡Por favor deja de mirarme con tu amigo! Es como si estuvieran hablando de mí, mientras te ríes. Así que mejor me senté, no ser que este bailando espantoso, y se esté burlando.

- Seguías con tu mirada-

Fui al baño y hay estaba una amiga mía, -Oye ven, vamos a bailar un rato con los demás-

-Está bien - dije yo. Al estar nuevamente con todos, se acerca el junto a su amigo. Intenta ponerse a lado mío, pero agarro fuerte la mano del niño quien estaba a mi lado, para evitarlo.

¿Hasta qué hora me quede en la fiesta?, una cenicienta yo, hasta las 12 de la noche.

-Que cansada estaba, igual quería seguir un rato más: Probablemente esta sea la última vez que los vea, quiero estar un poco más. Pero no, al revisar el celular, que estaba bajo en volumen, más de 12 llamadas perdidas de mi madre.

-¡Que hagoooo! no puedo devolverle la llamada, no tengo saldo. Estaba muy asustada, ella es muy brava, no tengo la costumbre de llevar celular, y realmente me estorba el sonido de las notificaciones, de las llamadas, prácticamente de todo, que tenga referencia con el celular, ese típico sonido que suena cuando tocas las teclas, siempre silencio todas, me doy cuenta a la hora, siempre. Tuve que esperar a que me devolviera la llamada, pasó unos 5 minutos y es ella, diciéndome que ya baje, mi padre tiene trabajo, por lo tanto tiene que madrugar.

-Así que no me toco más elección, que despedirme rápidamente de todos, e irme. Todo afuera estaba húmedo y triste. Ahí estaban ellos, preguntándome, con quién estaba, y porque no quería salir de ahí adentro.

-La verdad, que exagerados son-

Al llegar a casa no me tome ni el tiempo de bañarme, quitarme el maquillaje o de lavarme los dientes.

-Sí, que sucia soy. - No tenía ánimos de nada, es como si me hubiera dado una resaca.

Mis ojos me pesaban y mi cuerpo estaba muy cansado.

Puse un poco de música en el celular, me relaje...

Hasta quedarme dormida.

A la mañana siguiente, mi madre me ha levantado muy apresurada.

-Levántate!, acabo de venir Dayana, a dejarte un recuerdo de su fiesta y quería hablar contigo, pero le tuve que decir que has salido de emergencia, para que no piense que sigues durmiendo a estas horas.

-QUEEEEEEEEEEEEEEEEEE! y porque igual no me levantaste, y ahoraaaa!!- dije yo.

Me lamente un poco, porque era mi amiga, lo seguía siendo en este entonces.

Pasaron los días y me llegan unos mensajes del grupo de sus 15 años. Había sido la madre de ella misma, pues nos invitaba a todos a su casa, para ver el video de recuerdo y así comer algo.

Me pareció una gran idea, creo que eso pasó después de una semana de su fiesta, un sábado por la tarde. 

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