Quizá la felicidad no exista, solo momentos, instantes buenos, personas que añoras y otras que sin saberlo....
Duelen.
Tu fuiste uno de ellos, un instante intenso, el único momento bueno, un regalo efímero en aquel infierno maldito.
Tantas veces he deseado que nunca hubieras puesto un pie allí, mantenerte lejos de todo eso, lejos de mi aunque doliera pero, lejos al fin y al cabo.
Pude haberte protegido, pude hacerte cambiar de parecer, desear vivir, aceptar tus perfectas imperfecciones al igual que yo las acepté.
No pude.
No conseguí ayudarte.
No conseguí quitarte la venda, devolverte la vista, enseñarte lo que me importabas y lo deseaba tanto que ahora ya no deseo nada.
En ocasiones ya no lloro, ya no siento, te di todo lo que soy, todo lo que tengo y, valió la pena, lo se, lo haría de nuevo una y mil veces más.
Por ti daría la vida,
por ti mi firmamento, la estrella que ya no ilumina, la estrella que llora en silencio.
Los cometas te envidian, las risas, se las lleva el viento, tu sonrisa ilumina los sueños que un día tuvieron. Aquellos chicos inocentes, inundados de problemas que se entendían entre textos, llorando en sus cuartos, sonriendo entre espacios que por un muro separados, se escuchaban sus te quieros.El amor que no te dije, amor que no te quiero pero, no era cierto, lo escondí entre pecho y espalda, entre risas y lamentos. Demasiado era pedir que sintieras lo que yo siento. Cometí un error, lo se y me arrepiento, debí haberte lo dicho, en el fondo, salí perdiendo. Ahora, ya solo vivo de arrepentimientos, porque tu te has ido, porque tú no has vuelto, porque en mi pecho atrapados, se quedan mis sentimientos, porque tú nunca supiste lo que yo por ti,
siento.
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Lo que esconden mis ojos
PoetryCreí hacerlo bien, ayudar siempre y con buena intención, no molestar y sobre todo, no dañar pero a pesar de eso no me siento del todo bien. Sigo guardando la realidad entre cuatro paredes, encadenó lo que siento por no ser suficientemente, por qué...