Pienso, miento y siento.

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Hay un arrepentimiento consumiendo me en el pecho, caen dagas sobre mi lecho pero, no encuentro el descanso, no hay tranquilidad en mi tormento.
Tengo que de llorar sobre tu huerto, no hay espacio ya en mi cemento, olvido lo que tengo por no recordar lo que todos perdieron y ahora, ahora ya no me sostengo, me caigo a cada paso perdiendo todo el tiempo.
Me rompí en mil pedazos en cada uno de tus sueños, mi respiración se paraliza cuando veo tus ojos rojos, lagrimosos de tristeza sedientos.
Ojalá pudiera cambiar lo que soy, lo que hago y siento. Por ti mi vida entera, por ti también mi mayor tormento. El amor es esto, un regalo y una condena al mismo tiempo, te amo y te quiero y es por esto que, me duelen tus heridas, sueño con tus desvelos y me rompo las mejillas al sentir caer mis lágrimas frías cuando te veo sufrir en silencio. Cuando piensas que nadie te quiere, te sientes sola y vacía, un poco muerta, un poco rota... Yo te pienso, daría todo lo que tengo por estar a tu lado, cogiéndole la mano, abrazándose, simplemente estar contigo, es lo único que más deseo.
No consigo imaginar una vida sin ti, sin tu olor, tu sonrisa y risa, tus ojos y tonterías, tus sonidos extraños, tus momentos de filosofía. Tus ataques de cariño, tus abrazos por la noche, tus bailes esporádicos, tu silencio... Si, incluso tu silencio era perfecto.

Lo que esconden mis ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora