No tiene sentido vivir si no es por una causa, algo que te motive, alivie tus heridas y te de sentido a la vida.
De niña, creí tener esas cosas, creerme feliz a pesar de no saber lo que sentía y cuando crecí, miré al pasado y me contó mil y una historias, en ese momento supe que yo, no había sido feliz.
Mi memoria había suprimido cientos de momentos dolorosos, algún tipo de defensa psicológica quizás, no lo se, entonces fue cuando lloré, todo lo que no había querido sentir antes estaba desbordando mi corazón. Sin darme cuenta siquiera me convertí en dolor, lloré por mi y por todos los que no pudieron. Llore por los ojos, lloré por la piel y se me inundó el corazón tantas veces que ahora es un náufrago en busca de costa.
Llore también al darme cuenta de que nadie estaba conmigo, me sentí tan sola... creí en la incomprensión, fui egocéntrica, fui y no fui, no supe expresarme ni sentir en voz alta, hacía fuera, lo guarde todo bajo llave, disimule y creí no tenerlo. Invente mi propia infancia creyendo que todo había sido solo...una mala pesadilla. Y así vivi durante un tiempo, así vivieron, con esos pensamientos, todas las personas que me 'conocieron ". Hoy en día así sigue siendo, cada cual con sus problemas, cada cuál con sus alegrías y vivencias, cada cual, con su máscara. Reviviendo el pasado, estando en el presente y son hacer caso a su futuro, y así, el tiempo vuelve.
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Lo que esconden mis ojos
PuisiCreí hacerlo bien, ayudar siempre y con buena intención, no molestar y sobre todo, no dañar pero a pesar de eso no me siento del todo bien. Sigo guardando la realidad entre cuatro paredes, encadenó lo que siento por no ser suficientemente, por qué...