- Y allí veo a mis hermanos y hermanas que me piden que ocupe mi lugar en los salones del Vallhala.
Las últimas palabras que Vlad había pronunciado antes de morir no dejaban de repetirse en su cabeza una y otra vez. Había vencido al que fue su padre, su maestro y su líder; sentía una enorme sensación de alivio como si le hubieran quitado un gran peso de encima de los hombros.
Esperó unos segundos para ver si a raíz de sus actos sucedía algo pero todo continuó impasible. Gritó desesperado esperando una respuesta pero tan solo obtuvo el silencio. Empezó a correr buscando una salida pero no había nada que le pudiera discernir si estaba yendo hacia alguna dirección en concreto. Cuando llevó un rato se encontró el cuerpo de Vlad, muerto y desangrándose ante él, y comprendió que estaba corriendo en círculos.
- ¡¿Qué esperáis de mi?! ¿Qué más he de hacer?
- ¿A qué estas dispuesto a renunciar?
- Eve hizo un trato conmigo. Dejaros de juegos y cumplid, yo así lo hice con la parte que me correspondía - sin darse cuenta había levantado el tono de voz hasta acabar gritando.
Contra más tiempo estaba a disposición de esos dos más harto estaba y sus ganas de terminar con todo iban en aumento. Sólo había un pensamiento que le hacía recobrar la serenidad y era el volver a estar con Candace. Ella había llegado hasta él y fuese del modo que fuera conseguiría el modo de encontrarse con ella de nuevo. La había reclamado como suya y eso debía de significar algo o tener alguna relevancia para ellos, ¿si no que sentido tenía exponerlo a aquellas pruebas?
Se acercó al cuerpo sin vida de Vlad y arrancó las hachas que aún seguían clavadas en su espalda. No sabía a que se iba a enfrentar ahora y prefería curarse en salud antes de llevarse una nueva sorpresa. Avanzó con paso seguro y decidido hacia delante mientras un único pensamiento ocupaba su cabeza; volver junto a Candace.
Cerró los ojos y la pudo vislumbrar ante ella. Podía sentir su olor dulce y el suave tacto de su piel tal como unas horas antes lo había hecho al poseerla, al estar dentro de ella y al reclamarla como suya. Abrió los ojos, sin abandonar una posición defensiva, y un enorme haz de luz le cegaba la vista. El portal volvía a estar abierto y empezó a acelerar el paso para cruzar y volver al mundo real, junto a ella.
- No tan rápido Sven - pudo diferenciar la voz de Eve al otro lado del portal -. Antes de que cruces hay algo que deberías saber. El portal no lo podrá atravesar tu alma humana.
- ¿Cómo?
- Debiste aprovechar mejor las oportunidades que te dimos con las pruebas. Se te presentaron muchas oportunidades para averiguar la verdad.
- Nadie quiso decírmla - preguntó Sven un poco más alterado de lo que quiso reconocer.
- No hiciste las preguntas adecuadas. Te centraste demasiado en los demás pero no te preocupaste por ti. Has entrado en un juego del que creo que, después de tanto tiempo, aún no has entendido las normas.
- ¿Normas?
- Sigues sin entenderlo, ¿verdad? No es casualidad que hayas estado encerrado tras estos muros durante tanto tiempo. Tenemos un plan que cumplir y tú juegas un papel demasiado importante en él. En ningún momento planteaste las preguntas adecuadas. Si lo hubieras hecho todo sería mucho más fácil para ti y a mí me estarías ahorrando saliva.
>> Te hemos estado buscando durante mucho tiempo y has sabido ocultar muy bien tu rastro ¿Por qué no has dejado que te encontraramos antes? Todo esto tiempo te ocultaste de nosotros para que no pudiéramos darte caza. Sin embargo, todos tus esfuerzos han sido en vano y hemos dado contigo.
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Los siervos de Anubis II. Sven [COMPLETA}
RomanceEncerrado y aislado del mundo siente como va perdiendo las fuerzas y se debilita a punto de desaparecer en la nada. La única persona que hay para él en el mundo es una voz que le habla a través de la puerta. ¿Es posible que conozcas a la perfección...