Pennywise

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Hay a veces en la vida en las que debes ser fuerte y enfrentarte a tus peores temores, ese era uno de esos días. Stan lo sabía, podía mirarle a los ojos, ver a través de ellos el miedo como le estaba paralizando, incluso él no podía controlar ese sentimiento porque era demasiado poderoso.

–Stan, imagínate que en lugar de enfrentarnos a Pennywise, nos enfrentamos a Ronald McDonald. Entonces, en lugar de tener este revolver en mis manos, debería tener una bandeja con enormes hamburguesas. –Mi amigo no entendía lo que quería decirle, así que fui directo, al grano, sin anestesia, como debe ser.

–Nos vamos a enfrentar a ese puto payaso. Puede que no sobrevivamos, pero si lo hacemos, pues al diablo Stan, tú eres mi amigo, sabes que cuentas conmigo para lo que necesites.

Se queda mirando fijamente aquella alcantarilla. Doy un paso hacia adelante apuntando con el revolver a la oscuridad, sabiendo que de un momento a otro aparecería ese puto payaso en su versión Claude Rains de hombre lobo. Ben estornudó. Nos quedamos quieto sin decir una sola palabra, ni Bill que estaba alumbrando con la linterna en todas las direcciones 


–Por... a aquí –


Logró decir para que nos diéramos la vuelta. Edds, estaba nervioso al lado de Bill, y me acerqué a ellos con el mismo nerviosismo en mi mirada, en mis gestos, en mi forma de hablar, era como un puto demente a punto de hacer algo demencial, algo como enfrentarme a un ser de otro planeta, y que no sé si estas balas de plata acabarían con él.

A mi lado pegándose a mi Beverly que se fue agarrar la mano de Bill ante la mirada de Ben, quien parecía algo molesto de que Bev prefería estar más cerca de Bill que de él.

Los ruidos de las alcantarillas nos tenían a los siete en alerta, cualquier cosa, incluso Henry Bowers que nos había seguido hasta ese lugar, y que posiblemente aparecerá de un momento a otro con sus dos amigos matones, Belch, Victor.

-Odio estar en este lugar ¿Sabéis la cantidad de gérmenes que hay en estas aguas? –

Pregunta Edds, con ese tono de voz que decía "Por favor, sacarme de este lugar. Quiero irme con mi madre" al menos eso parecía.

-Sí, estamos en toda la mierda de Derry. ¿Te sirve de consuelo si te digo que podríamos estar ahora mismo contaminados de estafilococos? 

Edds hizo un gesto de querer vomitar ahí mismo –No, no...no me lo recuerdes.

¡Tíos! Encontrado algo –

Nos anuncia Bill, alumbrando el lugar. Baje el arma mirando aquella puerta con un extraño símbolo que había visto en unos de los libros de la biblioteca de Derry.

  –si abrimos esa puerta ¿Estará el conejo blanco esperando al otro lado? –

Pregunte. Refiriéndome a "Alicia en el país de las maravillas"

Bill empujó la puerta mirando en su interior un monto de tela de araña.

 -¡Oh, mierda! –

Exclamó Edds, llevándose la mano a la boca. –Eso...eso...

Mire el esqueleto que había tirado en el suelo, posiblemente algún niño desaparecido del cual nunca se supo más de él. 

–Joder, aquí huele a las zapatillas de la madre de Edds.

Lo hice para calmar los nerviosos, sobre todo porque estábamos a punto de morir, así que algo gracioso debía de soltar antes de acabar muerto, devorado posiblemente por un payaso asesino.

-¡No tiene gracia! –

Grita Edds, alterado por la situación.

Todos entramos en la cueva mirando a nuestro alrededor el hogar de Pennywise, lo cual parecía estar atrapado en unas de esas películas de Béla Lugosi o algo peor.

Pronto la criatura se nos apareció, no era lo que esperaba, no, porque no me esperaba encontrarme una enorme araña gigantesca que nos impedía el paso a los siete. 

–Dispara ahora Bev, ¡Darle en la cabeza! –

Mi amiga apuntó con su tirachinas a la cabeza Pennywise que de un manotazo  lazó a Mike contra la pared rocosa.

 -¡Mierda! Esta puta no sé irá de aquí. Como me llamo Tozier –

Le disparé con balas de plata. Era de locos, lo sé porque nadie en su sano juicio dispararía a una araña de más de dos metros capaz de devorarme, o lanzarme con unas de sus patas por los aires, como hace momento hizo con Mike.

Por suerte, Mike estaba bien y con ayuda de Ben logró retirarse para lanzar piedras. Aquí estamos los loser, dispuestos acabar con el puto payaso que comenzó a retroceder un poco hacia atrás.

 -¡No podemos dejar que huya! –

Grita Bill, intentando agarrarse a la araña.

Cuando fuimos sorprendidos por una luz que nos dejó ciegos. Yo no dejaba de mirarla, pero fue la voz de mi cabeza "No la mires Tozier. Ya estoy aquí" lo que me hizo que volteara me ocultara con mi brazo para no mirar a la luz.

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¿Qué pasó después? No solo esto es confuso para mí, sino para todo aquel que lo lea diría ¿Te has fumado algo? Pero les contaré que acabamos derrotando a esa cosa. Al menos eso pensábamos ese día.

Lo siguiente que recuerdo es estar totalmente confundido. Cubierto de mierda, de agua, de cloaca, olía como si me hubieran metido dentro de un enorme váter con mierda dentro.

Unos minutos después. . . 


 Apreté los dientes al sentir como ese cristal rasgaba mi piel, mire la sangre que escurría entre mis dedos unos segundos, para acto segundo mirar al resto de mis amigos.

Levanté mi mano, la estreché contra la mano de Edds, todos estamos en círculos haciendo nuestra promesa de que acabaremos con ese payaso si se le ocurriera regresar de nuevo, esperemos que no, porque no me apetecería demasiado. 

Enamorado de mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora