Último capítulo - +18-
Persepectiva de louis.
(habrá una de legosi y posteriormente un epílogo y un capitulo con la temática que ustedes quieran)
-espacio para comentar - (si su temática no está aquí no la contemplare)
______________________________
Muchas veces le dijo, col dolor en su corazón, con desesperación.
Pero no funcionó, él encontró la forma de ir nuevamente con louis.
Volver una y otra vez, si detenerse, sin para a pensar si está bien o mal, legosi solo volvería cual perro con su amo.
Y para louis era dolorosamente emocionante, anhelante, pacífico en contra posición.
Para louis el que legosi lo haya escojido no era más que un deseo escondido en su pecho.
Pero ahora lo tenía, tenía al lobo entre sus piernas, con los dientes falsos apretados en contra de su mandíbula.
El ciervo podía ver la determinación en la mirada del lobo gris, deseo a comerlo y para peor, louis quería ser comido.
De una forma retorcida, asquerosa, dolorosa y amorosa.
Se burló de si mismo, quiso levantarse, caminar y dejar al lobo solo allí, desesperado por cualquier toque del louis, pero no lo hizo.
Quizá porque logosi lo tenía apretado con sus grandes manos, tenía sus grande, peludas y excitantes manos al rededor de cada muslo.
Louis gimio y siguió haciéndolo con dolor, con tristeza, ¿por qué?
Porque estaba mal.
Dos machos, un carnívoro y un herbívoro. ¿Donde se ha visto?
Jamás y louis no sería el primero.
Quería irse, quería correr, pero no lo hizo, porque lo quería.
Quería sentir la droga para probarse que podría dejarla después.
Se equivocó, cuando las manos de legosi pasaron a sus caderas, las apretaron y el gimio.
Se ahogó en suspiro anhelante.
Tembló pensando cuando legosi terminaría con su tortura, ¿cuándo?
Desesperado agarró entre sus manos las sábanas, apretando sin compasión alguna.
Arqueando la espalda, gimiendo más, sintiendo todo y cada cosa que pasa en su cuerpo.
Cada estrago, cada cabello, cada movimiento.
Las palabras que no entendía en absoluto pero que sabía que eran.
Los susurros en repuesta al balbuceo de legosi.
Balbuceo que se detuvo cuando el osico de legosi llegó al de louis.
Y por fin, las lágrimas del ciervo se escaparon.
Porque eso era todo, porque ahí era el término de algo que nunca comenzó.
Las lágrimas cayeron decadentes por su mejilla.
Las manos, las grandes de louis no pudieron retenerlas, y louis así lo quiso, que legosi no pudiera.
-te amo, louis - susurró legosi en su oído, dejando que su miembro se alineará en el trasero del ciervo.
Temblando, colocando sus manos en la cara de legosi, louis respondió.
-lo hago también, legosi - pero siguió llorando, siguió temblando y sollozando.
La decisión estaba tomada incluso si su suposición sobre los sentimientos de legosi estaba mal.
Sintió como legosi se abría paso en él, estaba extasiado.
