Desde La Luna

Rosa de Cajetilla

Prendo mis noches con tu ausencia
y apareces como el humo de mis suspiros
para acariciarme. Aprendí a disfrutar la asfixia de tus memorias; lo que no supero
es la soledad al final del gesto.

Cada día en el que estuviste es un
cigarro de menos en mi cajetilla
de recuerdos, porque fuiste
tan efímera como la rosa de mi colilla
y te guardo para llevarte a mi boca
cuando mi vicio busque besarte.

Llenaste mi alma con la rapidez
que los pulmones se colman de ansias y
te convertiste en adicción y lujuria;
pero mis cigarrillos no me dejan ese olor
a calma que me regalaste; el cálido compañero solo me brinda un recuerdo fugaz de tu belleza, las ganas de seguir fumando y el crudo tacto de mis deseos convertidos en cenizas.