DESDE LA LUNA

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Desde aquí se ve todo más claro,
a pesar de que solo me rodea la oscuridad de donde estaba. He vestido como lobo, amado como zorra, pretendí ser serpiente y actué como cordero. Todo cobró sentido
cuando la Luna me dijo que la robara, cuando me aulló, cuando corrí tras su sonrisa y aun así no la alcancé.
Todo estaba fuera de sitio porque simplemente estaba donde tenía que estar.

Tartamudo, confuso y cansado
pensé que no era mío lo que anhelaba.
Pero nada pasa más desapercibido que lo obvio. Así que me vestí de mi mismo, me desvesti, cerré los ojos y te pensé, volé hasta lo que quería, atravesé la atmósfera de sentimientos falsos que había creado, todo eso para llegar a la Luna que siempre amé.

Curioso sentimiento que despertó en mí el momento en que bese su tierra; sabía igual que la de mi jardín, su aire era el mismo, su cielo se veía idéntico al de mi habitación, pero fue entonces cuando me vi; me vi a lo lejos en el lugar del que salí, me estaba mirando desde mi cuarto, pero no me veía desde allá, fue entonces cuando entendí que en lo sempiterno no ves lo que buscas porque no tiene fin, entendí que la Luna
era yo mismo y que desde la Luna
todo se ve mejor.

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