16. La traición

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La traición

Las calles continuaban desiertas a pesar de las tempranas horas. A pesar de que era de las zonas más concurridas de la ciudad. A pesar de que la mayoría de los que habitaban allí no dormían apenas o carecían de esa capacidad.

No había ojos curiosos que nos viesen levantar las planchas metálicas por las que nos colamos al interior del oscuro pozo. Ni había nadie que viese aquellas armas tan extrañas que portábamos y que habían sido utilizadas hacía escasos minutos no muy lejos de allí.

Casi en penumbra, seguí a mis compañeros por aquel pasillo que parecía no tener fin. Cruzándome con rostros ya familiares que se volteaban al vernos pasar.

Los que iban delante de mi se fueron deteniendo según les convenía. Charlando con sus amigos. O dejándose caer en algún desgastado sillón.

Sin embargo, mí objetivo era llegar hasta la sala final. Necesitaba hablar con él. Porque el encargo había salido de maravilla y tenía que informarle de ello.

Alguien me dirigió un par de palabras, pero no me paré ni siquiera para saber quién me hablaba.

La sala principal estaba prácticamente vacía cuando entré. Salvo por un par de chicas que parecía que contaban la munición con las piernas cruzadas sobre el suelo. Y un chico que leía tumbado en el raído sofá que permanecía junto a la pared de la izquierda.

Él estaba al fondo. Sentado en aquel sillón solitario que parecía hacer las veces de trono. Lo cual no era extraño. Él era el jefe. El rey de aquel lugar.

Alzó el rostro cuando se percató de mi presencia, porque parecía que estaba dormitando antes de que yo llegara. Entonces sonrió de oreja a oreja.

–¿Salió todo cómo esperábamos, Josh? –preguntó mientras yo me acercaba a él.

–Nadie salió con vida, Alexander.

Fin

Colmillos Rotos (Slash//Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora