Mi Dulce Alex

Hablamos...

Ufff, pasaron muchos meses, me pregunto como andarás, si pensarás en mi como alguien que pudiste olvidar,  o si me sientes como un asunto pendiente, porque yo te siento así.

Tu recuerdo me lastima, me entristece, pero saber que pude ser parte de tu vida aunque sea unos meses, saber que fui fugaz, pero importante, me alivia, me reconforta en cierto punto. Sé que no pude entenderte como quisiste, como quise, que no pude ser esa persona que esperabas, que las palabras no salían de tu corazón, que querías decir que no tenías miedo, pero sonaba falso.  Extraño tu recuerdo, tu trato, que me llames por mi apodo, tu forma de hablarme, pero me limito a recordar cómo fue, y solamente eso 

Habrán cosas que no podré recuperar, quizás el trato, la confianza que me tenías, que perdí, quizás más por la situación que no supe manejar, que intenté, pero no pude, no iba a poder y es algo que, por más que cueste, termino entendiendo cada vez que me pregunto por qué no funcionó.

Pudo no haber sido nuestro tiempo, quizás debí haber sido más inmadura y dejarlo todo mucho antes, o quizás debí darme un tiempo y poder permanecer, querías paciencia, hoy me explican  que con quedarme, era más que suficiente, pero ni eso pude hacer, vuelve el remordimiento y la bronca de no poder haberlo entendido, de poder decir hoy que me quedé y que seguimos siendo buenas amigas, pero no, las circunstancias son otras y no puedo cambiarlas.

Te extraño, y mientras los meses pasan, veo un largo camino donde al final estás tú, caminando, dándome la espalda y progresando, mientras yo miro tu nombra y recordando que antes te miraba a los ojos y pensaba en lo hermosa que eras, que sos, deseando sacar fuerzas para poder correr y alcanzarte, pedirte perdón por todo lo que no pude hacer.

Quizás solo estoy preocupándome por alguien que ya no me recuerda, o que al menos, no me piensa tanto como yo, y si llegara a pasar, no me importaría, no me lastimaría. 

Sigo pensando que fui fugaz, intensa, quizás demasiado inoportuna, ¿Cual habrá sido mi propósito al cruzarme en tu vida? ¿Qué lección te dejé? ¿Dejé algo? ¿Algún recuerdo? ¿O nada? Solo una aventura, o una historia, un anécdota que contar, esos que incomodan, o esos que solo pasan y no tienen relevancia. Me pregunto también si te dejé rencor, o si te hago falta, sé que cuando estás lista, podes soltar a una persona y valorar lo que fue, pero si llegaras a verme, ¿Valorarías mi presencia? No sé qué hacer, te extraño pero no puedo verte.

Dejo mi vida a Dios, y que él lo lleve a cabo.