Mi Dulce Alex

( Hablaríamos )

Miren chicos, siempre he creído que la vida da muchas vueltas, que el mundo es muy grande, pero a la vez muy chico, que pueden puedes enamorarte en un par de horas, o separarte de alguien permanentemente en un día... "Permanentemente". Pero bueno, si algo le gusta al destino, es dejarte desprevenido, hacerte sorpresas.

Desde hace algunos años he creído en La Ley de Atracción, que en resumen es desear tanto algo, que la energía del universo te lo traerá (O eso recuerdo) Últimamente he pensado en Alex, que me gustaría hablarle, explicarle el por qué de mi decisión tan abrupta, pedir perdón y quizás, si ella es misericordiosa, una segunda oportunidad. Pero siempre fue así, un pensamiento, un deseo, algo que guardé dentro de mi corazón hasta ver señales, o ignorarlas.

Entonces pasaban los días, cada tantos días te recordaba, o recordaba los pocos recuerdos, nuestros encuentros, a veces pedía prestado un perfil de facebook para ver qué hacías, antes tenía miedo, pero estos días pude hacerlo, y era como tenerte de nuevo en mi vida... Fue reconfortante. Y estaba bien así, seguías siendo tan original como siempre, no habías cambiado tanto, creo yo.

Mmm, recuerdo una vez que hablabas de La Noche de los museos, no tengo idea si fuiste o no, pero y tenía pensado ir, me habían invitado justamente, entonces me pregunté si alguna vez nos cruzamos o si estuvimos a punto, pero no sucedió. ¿Era plan de Dios que nos cruzáramos hace un par de días en la calle? ¿Qué me hiciera escribirte una nota y me fuese?

Me sorprendió tu actitud, creí que lo ignorarías, o no estarías tan... No lo sé, tú, siendo tú.

Hace unas semanas estuve hablando con una amiga cercana de ti, que no pude entenderte, ser overthinker, la ansiedad, tus problemas, ¿Que no sabía como ayudarte? Entonces le preguntaba a mi amiga si, por más que no pudiese ayudarte, si hubiese cambiado si me hubieses quedado. "A veces, es complicado que los demás te entiendan, y entendemos que sea difícil, pero solo pedimos paciencia, solo eso."

Les juro, cada palabra que decía, como me explicaba esas cosas que no podía entender hace unos años, ahora pesan en mi mente, en mi corazón y en mi razón. Respiro profundo y vuelvo a calmarme, a tratar de asumirlo con tranquilidad.

Cuando cumpla la mayoría de edad voy a cumplir mi promesa, y espero con ansias poder hablarte y explicarte todo.