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 Terminé de acomodar la cortina de mi ventana, ahí fue cuando la vi por primera vez.

Ella estaba saliendo de lo que parecía un baño. Me oculté para verla sin que ella me viera a mí. Se miró al espejo, dejó caer la toalla que la cubría exponiendo así unas bellas y perfectas curvas. Esa era una mujer realmente hermosa.

Suavemente se acarició, pronto se vistió con un vestido corto; Peinó ese largo y sedoso cabello, colocó sus zapatos y se miró una última vez en ese gran vidrio. Tan bella.

Salió de la habitación.

No volví a verla en un par de horas, sólo pensaba en ella.

¿Quién era?, ¿A dónde iría?, ¿Con quién saldría?

Mientras yo leía un libro de astronomía, la escuché. Recién entraba a la habitación. Quitó su ropa y recogió su cabello. Toda una diosa.

Cambió su ropa interior y se colocó una pijama, solo un pantalón corto. Mierda, sus muslos se veían tan bien.

Ella debía ser una chica muy prominente en cualquier lugar. Cualquier chico o chica desearía tenerla. No conozco su personalidad, nombre o vida pero ella debía ser un ángel.

La observé bastante tiempo. Salió de su habitación, al regresar traía fruta entre sus manos, la comía delicadamente, la observaba y la disfrutaba.

Alguien la llamó, ella se levantó, se colocó un suéter y salió. Luego la vi saliendo de su casa hacia el pequeño jardín que separaba nuestras casas. Le habló a las flores que habían allí, les dio agua y las acarició.

Ella es un ángel.

Al regresar a casa, volvió a su cama, sin embargo, alguien estaba allí. Ella se quedó en la puerta, luego caminó a su espejo y tomó algo para luego dárselo al gran hombre. Él se levantó después, la abrazó y se fue.

Ella se quedó ahí, inmóvil. Luego se acostó en su cama y no volvió a levantarse.

¿Qué sucedía?, ¿Quién era ese hombre?, ¿Por qué se veía tan pequeña?

Todo Y NadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora