𝟟

71 5 0
                                    

La navidad llegó. La observé vistiéndose con un vestido rojo.

Ella iba a salir pero no se veía feliz.

Terminé de arreglarme y me acerqué a la ventana. Me miró por el espejo y sonrió.

Se levantó y colocó sus zapatos altos. Se veía preciosa. Ella era una diosa.

Se asomó a la ventana, imité sus movimientos y me saludó.

❝¿Qué harás hoy?

Ella habló primero. Su cabello largo acarició sus labios y mejillas.

❝Cenaré con mis padres. ¿Tú qué harás?❞

Hablé nervioso.

❝Saldré con papá. Cenaremos en un restaurante.

Sonreí. Algo decía que hoy no sería un buen día para ella.

Finalmente escuché a mi padre llamándome, me despedí y me fui.

Ella sonrió.

Estaba durmiendo pero escuché un crujido y algo roto.

Me levanté y su habitación tenía la luz encendida.

Me asomé un poco y lo vi.

La ahorcaba mientras golpeaba sus piernas.

Ella no lloraba, era perturbador, reía.

Ella reír. El hombre la golpeó varias veces mientras la desvestía.

Ella pedía más. Quería ser golpeada. Lo estaba disfrutando y yo también.

Al final, el hombre abusó de ella mientras reía y lloraba.

Eso fue raro pero me gustó.

¿Debería salvarla o dejarla?

Su risa era tan preciosa como sus lágrimas.

Todo Y NadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora