Hacía mucho calor, se podría decir que tocando los 28° a 30° y ella sudaba.
Se encontraba sentada en su cama con un ventilador mientras comía un pedazo de sandía. El jugo de la fruta se deslizaba por sus labios hasta su cuello. Las gotas de sudor también rodaban por su bello rostro y celestial cuerpo.
En segundos, se levantó y caminó a la ventana. Me quedé estático otra vez. Ella sonrió y miró su jardín, hice lo mismo. Se veía deshidratado.
Me miró y se fue de la ventana, se colocó un vestido corto y salió de la habitación. Ahora se encontraba abajo sujetando una manguera.
Abrió la llave del agua y esta comenzó a salir hasta bañarla completamente. Su vestido y cabello húmedos, sonriendo y bailando la melodía del agua cayendo sobre sus flores.
Alguien caminaba hacia ella. Ese hombre. La abrazó y ella dejó caer la manguera.
Unos minutos más tarde estaban en la habitación de ella. Ese hombre la tocaba, ella no decía nada pero tampoco disfrutaba. Luego ese hombre se fue y ella se marchó al baño.
✞
Salió del baño con las mejillas y labios rojos, debió haber llorado. En su mano traía una navaja. Se sentó en la cama y estiró su brazo.
¿Qué mierda?
Pasó la navaja por su brazo logrando hacer un pequeño corte. Gimió de dolor y tiró el artefacto lejos. Se acomodó en la cama.
¿Quién era realmente ese hombre?, ¿Quién era yo para estar aquí sin hacer algo?, ¿Quién era ella para no reaccionar?
Ese hombre regresó; le dijo algo, ella se levantó y se quitó la ropa interior. Se la dio y él se fue.
Otra vez se acostó y no se levantó más.
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Todo Y Nada
Jugendliteratur¿Soy tan maníaco como para no dejar de verte todos los días? Te has vuelto mi obsesión. Tal vez estoy enamorado, tal vez quiero que seas mía o tal vez quiero salvarte. Una rutina para mí, simplemente tu vida. Cada día, algo diferente. Cada dí...