𝔼𝕥𝕙𝕒𝕟

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Gota a gota el agua caía sobre la tierra. Me gustan los días de lluvia. La brisa y humedad que traen consigo son muy refrescantes y más cuando se está aburrido en el salón de clases. El profesor explica para toda el aula, aunque a 4 de nosotros no nos haga falta. Alejo mi vista de la ventana que está justo a mi lado y me concentro en ellos tres. Tan perfectos como siempre.

Los llaman "Los tres grandes" siempre sacan la máxima puntuación en todos los exámenes y curioso es como los 3 están en el mismo salón. Son los mejores estudiantes de la escuela, no... decir eso sería rebajar su nivel. Son de hecho, los mejores estudiantes del país. Tan solo están en su primer año de preparatoria, pero ya varias universidades les han ofrecido becas, a las cuales han rechazado, al parecer por querer terminar sus estudios sin saltarse ningún grado.

William, el más inteligente de los tres y actual presidente de la clase y el consejo de estudiantes, es alto, de cabellos rubios claros y ojos de un verde hipnotizante. Al parecer su gran ingenio es innato. Atiende a cada una de las clases del profesor sin distraerse por un momento, es como un robot. Pero fuera de ello, no da las apariencias de que pase horas y horas estudiando. Tiene un club de fans que es integrado por casi todo estudiante en la escuela. No hay muchos alumnos que lo odien, lo cual es increíble dado a que sus cualidades tienden a provocar gran cantidad de envidiosos, pero debido a su personalidad y carisma tiene a todos en las palmas de sus manos. Como presidente del consejo tiene un trabajo muy ocupado y aun así le da tiempo para liderar el club de ajedrez, que estuvo a punto de cerrar, pero con su llegada ahora es el club más popular. Simplemente un chico perfecto.

Luego está Ethan, el vicepresidente. Serio y frío son dos adjetivos que lo describen bien, su sonrisa nunca antes vista es un tesoro que todos quieren encontrar. Es un ratón de biblioteca o un "Bookworm" como lo llaman algunos. Nunca atiende a clases, pues se la pasa leyendo libros, a veces digitales, a veces colecciones de tomos enteros... y a los profesores no parece importarles, sabiendo que al final él obtendrá la máxima nota. De tantos apodos que tiene, también tiene el título de "Rompecorazones". Ha rechazado a cada persona que se le ha declarado, no solo de nuestra preparatoria, sino también de otras, e incluso de primarias, secundarias y universidades. Sus extraordinarios ojos morados, su pelo azabache, su atlético cuerpo, su ingenio y su cultura, lo han hecho el chico más deseado de la preparatoria.

Después está Natalia. Cualquiera que la viera por primera vez no pensaría ni remotamente que es inteligente, debido a su personalidad extrovertida y risueña, y su físico de cabello rojo corto y atolondrado, con sus ojos de un azul tan hermoso como el mar y las pecas en su rostro típicas de una niña. Sin embargo, su gran creatividad e imaginación son las que le dan a su cerebro la capacidad de retener una gran cantidad de información y utilizarla cuando el momento se requiera. Ella es incluso más atlética que Ethan y tiene el permiso para pertenecer a 3 clubs: el de arquería, el de tenis y el de atletismo, ganando cada competición en la que participa. A pesar de no ser muy femenina, un gran número de estudiantes han puesto sus ojos en ella, pero hasta ahora ninguno se le ha podido declarar, pues William y Ethan lo impiden.

Y, por último, estoy yo, Matthew. Una persona promedio estudiosa, que saca buenas calificaciones y si no fuera por estar en la misma institución que ellos, sería alabado. Sin embargo, esto no significa que les tenga celos. Lo que siento hacia ellos es extraño. Si pudiera describirlo con una palabra sería curiosidad. Mi mayor sueño es ser tan íntimo con ellos como lo son entre sí. No me importan las notas, no me importa lo que piensen de mí, solo quiero ser cercano a ellos. Son como soles en la tierra, resplandecen tan fuertemente que te queman, te dejan ciego, te calientan el alma. Aun así, no quiero ser un sol, solo quiero girar alrededor de ellos. Pero como sé que es un sueño imposible, un amor platónico, me conformo con mirar desde la distancia como el resto.

El profesor llama mi nombre sacándome de mis pensamientos. Me levanto de mi asiento y miro hacia el frente, esperando su orden. Me hace unas cuantas preguntas y yo respondo lo mejor que puedo, pero me equivoco en la última. Él sonríe algo orgulloso por tomarme desprevenido.

- No es típico de ti equivocarte- me dice y antes de que pudiera señalar a otro, Ethan levanta su mano, sin apartar la vista de su libro. Le dan el permiso para hablar y responde la pregunta sin titubear, y por supuesto, era correcto.

Vuelvo a sentarme sin brindarle importancia a lo ocurrido y siento como algo choca contra mi mejilla. Siguiendo la trayectoria del objeto caído, noto que es una bolita de papel. Levanto mi vista y mis ojos se encuentran con un par de orbes violetas mirándome intensamente. Gracias a que su suave cabello negro estaba algo despeinado, pude ver también su ojo derecho, normalmente oculto tras este.

Me pregunté a que se debía su llamado de atención. Tomé la bolita del piso y extendí un poco mi brazo hacia él, preguntándole mediante gestos si había sido él quien realmente lo había lanzado. Su respuesta me dejó helado.

Sus ojos se entrecerraron por el gesto, pero podía percibir un brillo intenso proviniendo de ellos. Su dentadura era tan blanca, podía ver sus largos colmillos asomándose. Al elevar sus comisuras formaban un pequeño hoyuelo en su lado izquierdo y no podía verse más perfecto. Parecía sacado de un cuento de fantasía. Era una sonrisa que nunca pensé tener el placer de ver.

Con un rápido retumbar en mi pecho, giré mi cabeza hacia mis apuntes y nerviosamente empecé a jugar con mi lapicero

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Con un rápido retumbar en mi pecho, giré mi cabeza hacia mis apuntes y nerviosamente empecé a jugar con mi lapicero.

Cálmate, eres un hombre. Solo te sorprendió. Me dije a mi mismo

Entonces fue ahí cuando noté el silencio que había. La lluvia se había detenido.


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ᎻᵘⁿᵍᵉᎡDonde viven las historias. Descúbrelo ahora