Alfonse

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Estábamos a solo 1 día de que empiece la Pascua y justo hace poco la princesa Sharena junto a la comandante Anna nos trajeron algunos trajes de conejo para todos.

Justo ahora estoy en mi habitación tratando de ver como usar este traje, no suelo usar faldas o vestidos porque no siento que me vea bien con ellos.

—Kiran, ¿estas aquí?— La voz del príncipe Alfonse, coloque mi capucha de nuevo, me acerqué a abrir la puerta y justo calló al suelo el Príncipe Alfonse—

—¿Esta bien?.... Príncipe Alfonse— quería reír pero mi conciencia decía "NO".

—Claro Kiran, soy algo torpe pero no tanto... Creía que nos estabas—

—¿Necesita algo Príncipe Alfonse?— Deje el traje tendido en la cama—

—Sharena quiere que bajemos con los  vestuarios, quiere vernos para recibir la Pascua esta noche—

—Claro, solo tomaré una ducha y bajare enseguida— Sonreí para el Príncipe.

[•••]

Era de noche y todos estábamos vestido con los trajes que la princesa Sharena nos entregó a cada uno, Sharena era como una niña pequeña que jugaba con los demás. Portaba mi traje de conejo pero tenía una capucha puesta, no me sentía agusto mostrando mi cara.

Era ya muy noche y la gente fue disminuyendo, Sharena estaba alcoholizada junto a Anna acostadas en en suelo. Trate de levantaras para llevarlas a sus cuartos, lamentablemente no podía con ambas. Alfonse llegó a mi rescate y me ayudó con Sharena mientras yo estaba con Anna, las dejamos a ambas en una habitación.

Al salir Alfonse me acompaño a mi habitación, era muy cortez y amable. La llegar a mi puerta Alfonse sonrió mientras yo abría, pero al estar apuntó de cerrarla me detuvo y entró a la habitación. Yo estaba algo confundida.

—Oye Kiran... ¿puedo hacerte una pregunta?—

—Dígame Príncipe Alfonse— Me quedé mirando hacia el, aun tenía la capucha puesta.

—¿Porque escondes tu rostro? — Me quedé congelada un momento, sabía que esto terminaría en lágrimas.— Te molesta hablar de ello... Si quiere cambiamos de tema.

—N-no, esta bien... Solo... Imagine que me diría otra cosa— Cerré la puerta y camine hasta estar algo cerca de el para no gritar.

Los nervios me comían viva, estaba pensando los peores escenarios al mostrar mi rostro.

—Príncipe Alfonse, antes que nada... No suelo mostrar mi rostro por varias razones incluso usted pensó que era un chico por mi vestimenta... Pero... Tengo la suficiente confianza en que usted no se burlara o algo parecido a lo que sufría en mi mundo... —

El Príncipe Alfonse me dio un abrazo acercandome a su cuerpo, sentía su calor y amabilidad en ese abrazo tan corto.

—Kiran, estoy aquí para proteger a mi Reino, a mi hermana y también a ti, mi deber es ayudar.... Si a ti te paso algo te puedo ayudar a vencerlo. — Con esas palabras mi corazón se derritió por el Príncipe—

Me separe de él, limpie mis lágrimas y sonreí. Primero cerré mis ojos, me retire la capucha dejando ver mi cabellera y al fin podía ver mi rostro completamente. No quería abrir los ojos y ver que el Príncipe Alfonse tuviera su cara de disgusto.

—¿Porque no me miras?— Alfonse tomó mi mano y yo me sorprendí—

Abri mis ojos, pero aún estaba con la mirada baja y temblando levemente. Sabía que si hablaba ahora diría algo malo y se iría.

Levante mi rostro y al fin lo ví directamente a los ojos, el Príncipe Alfonse me miraba sonriente.

—¿Porque ocultas tu rostro? , eres hermosa Kiran. — Alfonse me acarició la mejilla—

Mis mejillas estaban ligeramente rosadas por aquel cumplido, sentía que mi estómago estaba lleno de mariposas. Alfonse se acercó a mi rostro para después besarme tiernamente.

Estaba paralizada pero fuera de tener el control de mi cuerpo correspondi al beso de Alfonse, sabía que me arrepentiria después pues sería raro verlo sin ponerme roja. Alfonse se separó de mi quedando a pocos centímetros de mi.

—Kiran, sonara muy raro e imposible pero es la verdad— sujeto mis manos—Tú me gustas, me gustaste desde que me apoyabas y la manera en la que me ayudabas en cada batalla.—

—Príncipe Alfonse... Y-yo no se como... Pero usted a mi me gustaba desde hace poco, cuando me defendía de los enemigos, la manera en que estaba para mi... No sabía la diferencia entre aprecio y enamoramiento pero... Creo que ya la se—

Alfonse me tomó de la mejilla y me beso nuevamente, esta vez era más apasionado, terminamos sentados en la orilla de mi cama. Sabiamos que estábamos haciendo, en el fondo estábamos nerviosos pero queríamos hacerlo.

Alfonse bajo el cierre del vestido celeste que tenía puesto, los tirantes cayeron por mis hombros dejando ver el sostén que tenía puesto hasta las curvas de mi cintura. No eran tan marcadas pero se notaban.

—Kiran, eres hermosa— Dejaba pequeños besos en mi cuello y clavículas, estaba tan excitada que sin darme cuenta ya estaba quitándole la parte de arriba.

Los besos y la temperatura subían a medida que avanzaba la lujuria estábamos más cerca del acto.

Al fin estábamos desnudos ambos, yo estaba abajo de Alfonse, su miembro estaba apuntó de entrar en mi, estaba  tomada de la mano de él, eso me hacia tranquilizarme.

—¿Lista?— Alfonse me miro sonrojado.

Asentí mientras cerraba los ojos, sentía como entraba su erecto miembro en mi estrecha entrada, era placentero pero ardía poco. Me dolía cuando al fin topo con mi cérvix yblo empujaba.

—E-estas tan estrecha... Me encanta—Me dio un tierno beso mientras se movía lento.

Me estaba volviendo loca con esa sensación que me daba Alfonse, se sentía tan bien como entraba y salía de mi, no era suficiente para mi el que me besaría y me penetraba, queria más sensaciones.

—Príncipe Alfonse... Puede hacerlo más fuerte— Mis mejillas estaban rojas y mi voz demostraba lujuria.

—Por supuesto Kiran—

Alfonse empezó a penetrar más profundo y yo no podía dejar de gemir, algunas lágrimas salían pero me gustaba esa sensación de dolor/placer. Me excitaba tanto que podría jurar que mi entraba estaba tan mojada que no necesitaría lubricar con algo.

—K-kiran.... Estas tan mojada— Alfonse me miro directo a los ojos, lograba ver la lujuria.

Empezó a masajear mis pechos y a lamerlos, estaba drogada en lujuria por culpa del príncipe Alfonse.

—P-principe Alfonse— tome su mano y la sujete fuerte mente— Estoy a punto de.... E-eso— Estaba tan avergonzada.

—Yo igual Kiran— Me volvió a besar pero esta vez utilizó la lengua.

Sentía las embestidas tan fuertes y mi entrada estaba tan sensible que no aguante más, gemi tan fuerte y me corrí. Un poco después de eso Alfonse se corrió fuera de mi, dejando su esperma en mi vientre.

—Lo siento Kiran— Alfonse estaba rojo y algo preocupado.— ¿Estas bien?

—Si, Príncipe Alfonse— Me senté en la orilla de la cama— Me duele pero muy poco...

—Kiran, eres muy hermosa— Me dio un beso en el hombro.

One Shots [Fire Emblem]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora