Capitulo 1. Para ti, dentro de 2000 años: La caída de Shiganshina, parte 1

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Año 845.
Distrito de Shiganshina, Muro María.

Cerca de la gran entrada se encontraba una pequeña y modesta florería, la cual era atendida por una hermosa mujer de largos cabellos rubios y hermosos ojos verdes, con una sonrisa encantadora y una voz sedosa, conocida por su belleza y gran corazón. Aquella hermosa mujer estaba casada con un buen mozo de cabellos castaños y ojos avellana, ambos eran padres dos pequeños, un niño y una niña, pero estaban a tan solo días de darle la bienvenida a un nuevo miembro en su familia, un nuevo bebé.
Aquella mañana en la florería la embarazada mujer estaba preparando unos arreglos de flores que debía entregar mientras su pequeña hija terminaba de quitar las espinas de unas rosas, mientras tarareaba alegremente una nana.

-He terminado. ¿Necesitas ayuda con algo más, mami?

-No cariño, puedo hacer el resto sola -sonrió su madre con cariño- Me has ayudado mucho, puedes irte

-Pero... ¿No dijo papá que no podías esforzarte demasiado? -la mujer le pidió acercarse- ¿Qué pasa?

-Papá se preocupa demasiado, soy una mujer muy fuerte y tú también lo eres, porque eres mi hija -le apretó la nariz con cariño- Confía en mamá, tu hermanito y yo estaremos bien. ¿Puedes ayudar a papá con la cena de hoy?

-¡Sí puedo!

-Esa es mi princesa. Ahora anda, ve a casa.

La niña salió saltando alegremente, su casa quedaba a dos calles de distancia un poco mas al centro; mientras pasaba por las calles saludó a los vecinos de la zona, escuchando sobre la llegada de la "Tropa de Reconocimiento" y su lamentable estado, dado que no era asunto de su interés continúo caminando hasta su casa.
En el camino vió una escena molesta, esos matones de nuevo estaban molestando a su querido amigo, ella era débil y frágil, pero tenía el carácter necesario para hacerles frente, corrió hasta ellos y lanzó manotazos a quien sujetaba al rubio.

-¡Déjalo! ¡Ya déjalo! -chilló enfadada- ¡Ustedes son unos matones!

-¿Qué dijiste mocosa? -la enfrentó un castaño

-¡Además de matón, sordo! -lo empujó y corrió hasta sujetar al rubio- Deberías dejarlo ya, solo eres un matón con los menores, pero cuando te enfrentan retrocedes... ¡Cobarde!

-¡Cállate!

-¡___! -el pequeño rubio se alarmó cuando la castaña fue sujetada del cabello- ¡Déjala, ella no tiene nada que ver!

-¡Tú también cállate, te golpearé cuando acabe con ella!

Los amigos del matón sujetaron al rubio para impedirle intervenir mientras la joven castaña era arrastrada por el suelo del cabello, aún cuando le dolía, se negó a chillar, no le daría la satisfacción de su sufrimiento a un idiota como él.
Con un impresionante tino, una roca golpeó la mano del matón logrando que soltara a la niña.

-¡Ustedes tres, ya basta!

-¿Eh? ¡Pero si solo es Eren! -se burló un chico pecoso- ¿Vienes por tu paliza?

-¡Justo a tiempo!

-Esperen... ¡Mikasa viene con él! -el matón rubio retrocedió asustado- ¡Vámonos!

Lo hijos de Ymir (Eren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora