Recuerdos que encarnecen

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Recuerdo

Se escuchaban los pasos apresurados en el bosque helado, donde se podía percibir el aroma a sangre. Cenizas negras como el carbón caía del cielo nocturno; seguido por enormes colunas de humo, las cuales no dejaban ver las hojas de los árboles.


entre las malezas. Salió una extraña criatura con pelaje marrón y unos penetrantes ojos rojos; moviendo su cola a un lado, dejando ver una espada en su punta la cual estaba manchada con algunas gotas rojas. Esta denotó como una Dragona de contextura robusta y escamas púrpuras, junto a su pequeña cría de Dragón con cuernos retorcidos.

Avanzaban con sus cuatro patas por la vasta senda, mientras eran perseguidos por la bestia; a los costados de esta. se manifestaron unos extraños espíritus con ojos del mismo color carmesí, la criatura saltó con fuera; arañando la madera de un árbol cercano, mientras les rugía a las sombras.

Los entes revolotean alrededor de su cuerpo y salieron flotando a unos árboles que estaban enfrente de la Dragona, la cual miro con temor al ver que la bestia de esponjosa melena: de color café claro, y cuernos blancos; los cuales miraban hacia atrás de su cabeza, estaba detrás de la daga amarillenta de su cola. los espíritus tomaron posesión de dos arboles que estaban a los lados del camino, cuando la Dragona paso por el medio de los dos. Estos levantaron sus raíces, dejando ver sus enormes bocas hechas de madera de roble, haciendo que la Dragona se tropezara con las cepas verdes de los mismos...


Fin del recuerdo

Se escuchaban las olas del vasto mar. Un joven Dragón yacía en lo más profundo del océano; tenía los ojos cerrados, mientras se hundía aún más en las aguas. Los hermosos rayos del sol tocaban con cuidado sus escamas moradas y las placas amarillas, se veía como sus respiraciones creaban burbujas; las cuales flotaban hasta la superficie la cual parecía infinita.

«Como profetizaron los ancestros». Percibió una voz femenina en su cabeza, mientras una corriente espectral lo llevaba hasta una redoma de piedra, la cual empezó a manifestarse entre chispas azuladas; dejando ver los grabados dorados en las orillas. Junto a cuatro símbolos elementales, estos eran representados por unos extraños emblemas, se ubicaban en los bordes y en el centro, Estaba un enorme corazón tallado en la piedra. «Hay corazones que salvar y almas en pena que ayudar, recuerdos que revivir sin perder la luz de la verdad». Poco a poco las insignias elementales brillaron de color amarillo, verde, azul y la última tenía gama roja. Estos empezaron a trasformar la plataforma en cristal azulado, adonde residía el joven Dragón; el dibujo en el medio se tornó de un vidrio escarlata.


«pero antes.... ¿qué clase de Dragón eres Spyro? Despierta para que puedas descubrirlo...»


El joven Dragón púrpura estaba en el suelo. Despertando lentamente abrió los ojos, pero fue ofuscado por las tenues luces azules; dejando apreciar su bella iris amatista, cuando, al fin pudo aclarar la mirada con unos parpadeos leves, denotó los peces multicolores que pasaban a los lados de la redoma. Estos brillaban como las estrellas en el cielo nocturno.

Entonces. Enfrente de Spyro, apareció entre una luz mística una enorme gema blanquecina, la cual mostraba su reflejo distorsionado, porque sus escamas eran más claras y tenía un collar en el cuello con un pendiente en forma de estrella, de color amarillo como su cresta, la misma era brillante tanto como sus alas por fuera y los cartílagos que las recubrieran por dentro tenían un tono carmesí.

Sin decir nada más, que un solo rugido de incertidumbre. Se acercó con pasos leves de sus cuatro patas, dejando que las luces del diamante blancuzco, le iluminara las escamas del hocico de forma dispareja. Decidido, levantó su zarpa delantera izquierda para tocar el cristal. mágicamente su cuerpo fue cubierto por unos brillos dorados.

Spyro de forma forzosa cerro sus ojos. «La tragedia en nuestro mundo, es algo que cambiara los corazones... ». cuando pudo mirar sin molestia, puso sus órbitas oculares como platos de sorpresa; había tomado la forma de su propio reflejó. Se dispuso a alejarse un poco del cristal, el cual desapareció sin dejar rastro alguno. «¿estás listo para enfrentar al mal?»


—Eh... ¿quién eres? —escudriñó El Dragón púrpura con una voz insegura, levantando la cola para mirar la daga amarilla en su punta.


«Todo en su momento.... ahora quiero saber. ¿qué clase de Dragón eres tú?». Escuchó en todo el lugar, mientras aparecían tres espejos con mosaicos de cristales en ellos, los mismos tocaron el suelo de vidrio lentamente con sus marcos dorados, iluminados de forma espectral. «Acercaros y toma una decisión».

Spyro con inseguridad y algo de temor en su corazón. Se dispuso a mirar el primer dibujo; este se manifestó cuando miró, era de un joven Dragón con escamas moradas, el mismo estaba estrechándole la pata a una Dragona de escamas azules, a su vez mostraba sus dientes afilados como navajas. «honestidad. Un Dragón Honesto, defiende sus ideales y está dispuesto a ayudar, sin pedir nada cambio». La imagen estaba hecha con retazos de varios cristales.


El segundo azulejo de vidrio se iluminó revelando la imagen de varios Dragones abrasando a uno púrpura, los mismos estaban contentos y parecían estar riendo juntos. «Virtud. Un Dragón con dignidad siempre sabe cómo reír, aun en los momentos malos, sabe que sí está con sus amigos, puede hacer lo que sea».

Él ultimó mosaico, lanzó un leve brillo. Spyro moviendo la cola con picardía se acercó, mientas aparecía la silueta de una Dragona con escamas blancas. La cual estaba consolando aun Dragón con su hocico, el mismo parecía triste por la cara que tenía. «Devoción. Un joven Dragón con ternura sabe cómo con solar y entender los corazones de los demás, aunque los demás. No lo entiendan a él».


El Dragón púrpura con un rugido seguro. Se regresó al primer mosaico de cristales con sus ojos morados, iluminados de forma tenue; tocó con la punta de su cola el mosaico de vidrio pintado, provocando que se manifestase una luz amarillenta; la cual revoloteó alrededor de Spyro, el mismo le sonrió de forma leve con sus escamas brillantes, a su vez la voz le decía: «Nos veremos pronto Spyro. Espero que puedas...». De repente, puso una cara de nervio; cuando distinguió como se formó una enorme ola de la nada, la cual estaba apuntó de tragarse la pequeña chispa. Apresurado, corrió para intentar tocarla antes que fuera demasiado tarde.


La redoma se iluminó con una fuerte luz amarilla, cuando palpo el suave resplandor con sus garras. Todo se puso negro ante sus ojos—. Spyro... ¿Estás dormido? —escuchó la voz de un joven macho, mientras sentía con sus patas y la cola la maleza del lugar.

—Mm... Parece que el joven Dragón de verdad está soñado, vamos.... A darle una sorpresa —Dijo una voz femenina, la cual tenía un siseo constante.

—Bueno. Hazlo, pero no me metas en tus problemas —Mencionó con un rugido leve, el cual parecía de un León joven—. ¡Callada! Creo que está despertando.

Spyro Seiken Vol. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora