Capítulo 4

22 4 0
                                        

<<Charlotte>>

El viento soplaba por mi ventana y escuchaba a los árboles sacudirse afuera de mi habitación,las aves cantaban dulcemente y eso provocaba una gran sonrisa de satisfacción en mi rostro,los rayos del sol entraban por mi ventana y alumbraba parte de mi habitación,abrí los ojos para después estirar mis brazos al cielo y salir de mi cama rodeada de sábanas.

—Que hermoso día —dije asomandome por la ventana mientras la dulce brisa de verano golpeaba mi rostro.

Contemplé desde mi ventana el patio de la casa,su pasto completamente verde y los árboles sacudiéndose cuando fui interrumpida por Josephine.

—Buenos días señorita.

—Buenos días Jo— respondí agregando una sonrisa.

—¿Como amaneciste?.

—Muy bien ¿Y tú?.

—Pues muy bien —respondió—. Solo quería avisarte que iba a la iglesia,no tardaré mucho.

—¿A la iglesia?

—Es domingo.

—¡Oh! —exclame—. Pero claro,hoy hay misa.

—¿No vas a la iglesia?

—Soy protestante,aún así no acostumbró a ir ¿Y tú?

—¿Yo que? —pregunto Josephine

—¿Eres protestante o católica?

—Soy Católica, como mis padres, como sea,se hace tarde,solo vine a avisarte.

—Esta bien —añadí—. Esperaré a que regreses.

—Volvere más tarde —asenti—. Te esperaré.

Josephine sonrió y se retiró.

—Te esperaré —dije nuevamente después de retirarse.

Unos minutos después de que Josephine se fuera fuí a darme un baño como todas las mañanas, sobretodo mi cabello, claro que lo adoró,en cuanto termine de lavarlo comencé a relajarme y cerré los ojos pero había algo que no me dejaba relajarme y era Jo. Desde que la vi comencé a adorar cada momento con ella aunque al principio la hacía enojar.

Josephine me hacía sentir feliz aunque para ella solo fuera su asistente o una niña mimada. Cuando termine de bañarme baje para tomar un poco de agua y noté unas cartas que acababa de dejar el cartero en la puerta.

—Ni siquiera sé si sea importante —dije mientras revisaba el correo.—del Sr. Basil, entonces debe ser importante para Jo.

Dejé las cartas en el escritorio de Jo y volví a mi habitación para peinar mi cabello. En cuanto me senté frente al espejo y comencé a peinarme seguía pensando en Jo.

—¿Como se lo digo?

¿Como se lo iba a decir? ¿Como reaccionaria? ¿Iba a odiarme?.

Decidí dejar de pensar en eso que nada bueno iba a traerme pero era casi inevitable para mi,me puse mi vestido y al salir de la habitación pude ver que la puerta de la habitacion de Jo estaba abierta,estaba a punto de cerrarla cuando vi un baúl con cosas de Jo abierto y desordenado, algunas cosas afuera y otras adentro.

—No eres muy ordenada Jo —dije al ver el lugar.—No importa,lo ordenaré yo.

Recogí algunos libros,papeles y plumas para meterlos en el baúl cuando una hoja salió de uno de sus libros,la levanté pero cuando vi que había algo escrito no pude evitar leerlo.

Charlotte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora