Capítulo IV: Happy Pills

1.5K 174 42
                                    

✧*̥˚─────────────
IV. Píldoras felices.
Cuidare de ti.
✧*̥˚─────────────

Viro su imagen tras el cristal de lo que antes era un espejo completo, sangre sale de sus nudillos y pedazos de cristal están incrustados en sus nudillos, ojeras son visibles por debajo de sus ojos bicolores

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Viro su imagen tras el cristal de lo que antes era un espejo completo, sangre sale de sus nudillos y pedazos de cristal están incrustados en sus nudillos, ojeras son visibles por debajo de sus ojos bicolores. Su aliento cocha contra los dispersos pedazos de vidrio. Estaba enfadado, realmente enojado. Descubrir que el amor de su vida lo había dejado. Vaya, un golpe duro, esta enojado por no poder sentir tristeza por el abandonó, por la petición de su gran amor, por ahora estar solo en este basto e infinito mundo. Lastimosamente él vivirá muchísimos años y su agonía estaría ahí. Bufo.

Aun con la sangre coagulando de sus heridas, fue hacía la cocina. Buscando en los estantes un peculiar frasco color ámbar, donde sus pastillas de la felicidad abundan. Al hallarlas no puede evitar sentir asco de si mismo. Con decisión fue nuevamente hacía el baño, giro la tapa del frasco acercando sus pastillas hacía el escusado. Tembló con ligereza, no estaba seguro si debía hacerlo, aunque la respuesta es más que obvia, él vacila.

Se puede oír como las gotas de sangre golpean el suelo blanco de aquel baño y como numerosas gotas de sudor caen de su barbilla. Solo debía dejarlas caer, no era tan difícil. Si quería verlo de nuevo solo debía dejar su efímera felicidad. Pero parecía imposible. Suaves toques de la puerta principal llamo su atención. Dejo las pastillas en el lavamanos, para atender a quien estaba afuera.

No sabía con exactitud quien sería, cuando paso a un pasillo noto que era un tanto tarde y nadie iría a verlo a esa hora. Algo bastante extraño a su punto de vista. Al tomar la perilla y girarla, la puerta comenzó abrirse. No reaccionó cuando unos brazos lo envolvieron por completo. Eso lo asusto.

-Mexique! J'ai découvert ce qui s'est passé entre toi et mon frère. Tu vas bien Que s'est-il passé?- comenzó a cuestionar él no tan desconocido canadiense. Pudo suspirar tranquilo él tricolor. Alzo su mano sangrienta para apartarlo pero Canadá lo noto primero. Soltó un pequeño chillido, separándose totalmente del mexicano y tomando su mano derecha. Así jalándolo hacía la cocina-.Saint Dieu Mexique! Qu'est-ce qui vous est arrivé?

« Me entere sobre lo que pasó entre tu y mi hermano. ¿Estas bien? ¿Qué paso? ¡Dios santo México! ¿Qué diablos te pasó?»

Las cosas comenzaron a ser bastante rápidas para él latino, quien al parpadear noto que su mejor amigo había desaparecido por el umbral del lugar, dejándolo solo nuevamente. Las cosas estaban pasando muy rápido para su gusto, bueno, cuando no consume sus pastillas, no es tan molesto e irritante. Ese día habían pasado muchas cosas y sólo quiere dormir. Alzo su mano derecha sangrante, ¿él se lo había hecho? No sentía dolor en ese momento. No lo graba sentir nada, soló una creciente incomodidad.

La nave del olvido [MexLivia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora