Capitulo VII: I don't know what to say

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0.7 No sé que decir.
❝ ¿Nos vemos está noche? ❞
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El dulce sonido de las aves cantar hizo que abriera lentamente sus orbes cafeína, sentía su cuerpo realmente cansado y un poco magullado, llevo una de sus manos hasta su rostro, la cuál paso lentamente, así finalmente aclarando su visión y divisan...

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El dulce sonido de las aves cantar hizo que abriera lentamente sus orbes cafeína, sentía su cuerpo realmente cansado y un poco magullado, llevo una de sus manos hasta su rostro, la cuál paso lentamente, así finalmente aclarando su visión y divisando su habitación. Sonrió al ver qué finalmente comenzaba a dormir en aquel lugar donde había pasado tantas cosas con él peruano. Quiso estirar su cuerpo cual felino, pero unos brazos rodeaban su desnuda cintura, giro suavemente su rostro para mirar el rostro del mexicano quién dormía plácidamente a su lado. Lo miró enternecido, caso con cuidado sus dedos por el cabello del mexicano, colocando un mechón de estos atrás de su oreja para poder mirar detalladamente el rostro del mayor. Soltó un suave suspiró. Cerrando de nueva cuenta sus ojos. Cómo amaba las mañanas de abril.

Ya han pasado exactamente nueve meses desde su ruptura con él peruano. Desde aquella charla en Enero, supo que podía avanzar cada día más, y podía hacerlo de una forma más rápida al tener a cierto mexicano a su lado. Ese tiempo a su lado había pasado lento y torturado. Cada día desde de aquella primera cita solo eran lágrimas, lamentos, sueños rotos, noches de insomnio y charlas sinceras a media noche las cuales le hicieron poco a poco avanzar en aquel tramo de la superación. Y después de aquel lindo catorce de febrero supo que México era un gran amigo, pero a veces hacia latir su corazón de forma tan desenfrenada.

Lo había llenado de detalles. Literalmente llenó todo su departamento de pequeñas notas con cada virtud que él mexicano veía en el pequeño país, al igual que escribía varias situaciones que le gustaría pasar con él más bajo. Dejándole en claro que él no quería una simple amistad sino algo más que eso y Bolivia está dispuesto a hacerlo. Aunque había una nota en especial que le hizo pensar un poco. "No me decepciones", estaba claro que él país sudamericano jamás lo haría.

Abrió de nueva cuenta sus ojos cafés para observar como dos pares de orbes de distinto color recaen sobre su figura, aquello lo hizo ponerse un tanto nervioso. Aquella era la primera vez que había hecho el amor con alguien más que no fuera Perú. Y supo que había una enorme diferencia entre el peruano y él mexicano. Perú era un tanto violento en esas noches apasionadas buscando la satisfacción propia y Bolivia se había acostumbrado a aquello. Sin embargo México buscaba primero el placer del menor, con pequeños besos, caricias y suaves susurros al oído. Era demasiado electrizante para su pequeño cuerpo.

Pero, seguían siendo amigos que se gustan mutuamente.

Podían ser algo más, sí, pero había algo que se los impedía. Todavía no estaban seguros si adentrarse a aquel mundo del amor una vez más, jugar nuevamente aquel juego que no tiene reglas y tampoco instrucciones. Los ponía nerviosos pero debían aceptarlo, los juegos al azar donde apuestas todo es bastante excitante.
Ambos se sonrieron dulcemente, sería una mañana llena de calma, risas y sobre todo gestos que demostraban el cariño que se estaban teniendo mutuamente. Bastante dulce el comienzo de algo que ni siquiera se a dictado el inició. El amor es algo tan impredecible, algo tan misterioso, dañino pero se compensa con las cucharadas de azúcar que después llegan de probar vinagre.

La nave del olvido [MexLivia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora