Inglaterra, cuna de grandes héroes, y reino de bellas doncellas y nobles caballeros, atravesaba por su peor y loca temporada. Donde tres bellas damas habían rechazado tres ofertas de matrimonio muy ventajosas. Aquí la historia de esta hilarante para...
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La historia del Conde Hamilton
Anthony Richard Jenkis, conde de Hamilton, tenía 22 años cuando ascendió al título. Al fallecer su padre se hizo cargo de todo. De su madre, sus tías solteras y su hermano pequeño de 12 años. Ahora ya maduro con 28 años a cuestas, quería sentarse casándose al fin con una bella dama. ¿El problema? Se había enamorado de una joven doncella, sin título y si no fuera poco, de una muchacha muy joven. Le llevaba 10 años de diferencia. Pero eso no era el único problema. Al parecer la dama en cuestión no era sociable. Inaccesible se podría decir, ya que nunca paraba sola en algún evento social. No hablaba con nadie, y no se sabía si había recibido alguna propuesta. Incluso eso le pareció raro, ya que ella era muy bonita: de larga melena, y aquellos ojos verdes, esmeralda que lo hipnotizaron cuando la vio por primera vez en un día de verano en el parque de Hyde park. Se prendo de su tímida mirada, de su elegante caminar. Averiguo con sus conocidos su nombre, su historia familiar, que eventos frecuentaba, todo. Fue así que coincidió con ella en varios eventos, pero no pudo acercársele en ninguna, porque nunca se apartaba de los salones de baile, ni menos de sus amigas, o algún familiar, así que era difícil abordarla. Hasta que se le presento una oportunidad en la fiesta de los Caleginhm.
La vio salir del gran salón sola, y la siguió inconscientemente. Y cuando estuvo cerca de ella, fue golpeado por el aroma a rosas que traía ella, ¡ella era la elegida! Ella era su verdadero amor, debía ser su esposa.
Se dio cuenta que la tomó por sorpresa al verla muda y sonrojada y con los ojos asombrados en la forma en que lo miraba. La notó un poco asustada , pero todo se congelo para él, cuando ella retrocedió para huir de él, en un acto reflejo él la sujeto de la muñeca fuertemente y sin poder pensar en lo que hacía, le dijo que la amaba locamente y deseaba pedir su mano en matrimonio.
Lo que vino después no fue claro para él, aun lo tenía confuso. Ella lloraba, él asustado la soltó, la vio correr y desaparecer, sin recibir de ella un "gracias" "lo pensaré" mejor aún "un sí acepto". Ella desapareció de su vista en medio del pasadizo corriendo, huyendo de él. Para su mal, unas damas que regresaban de la toilette, los vieron.
No pudo detener los rumores en la fiesta. Ahora todo el mundo pensaba que ella lo había rechazado y era el hazmerreír del club de esgrima. Situación que no estaba dispuesto a tolerar. Se olvidaría de la joven, he iría detrás de su mejor amiga como venganza: Lady Catalina. Lo que no sabía el pobre caballero es que un amigo suyo ya había ido detrás de esa presa y no había salido nada airoso.
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