Inglaterra, cuna de grandes héroes, y reino de bellas doncellas y nobles caballeros, atravesaba por su peor y loca temporada. Donde tres bellas damas habían rechazado tres ofertas de matrimonio muy ventajosas. Aquí la historia de esta hilarante para...
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Historia del Conde Hemsley
Frederick Tudor conde de Hemsley, era un hombre mayor de 30 años, ya posicionado a cargo de su propia hacienda. Había ascendido al título de conde, al morir sus dos hermanos mayores; era él el tercer hijo. Un nuevo rico como decían los caballeros y damas de las reuniones sociales que comenzaba a asistir por insistencia de su tía. "Socializar con sus semejantes" así lo llamaba ella, situación que no era grata para él, porque no le gustaba la hipocresía en que era tratado. Era consciente de su apariencia, no era como los demás caballeros, atlético por el ejercicio de la esgrima, ni guapo para llamar la atención de las féminas. Eso lo sabía muy bien. En su juventud había intentado cortejar a muchachas sencillas fuera del círculo del mercado matrimonial, pero ninguna le hizo caso. Y al no querer salir herido enamorándose, decidió por las buenas no tener una relación cercana con ninguna dama. Claro que era consciente de sus necesidades básicas. No tuvo muchas amantes. Pero disfruto de su compañía. Ahora con título a cuestas, y un heredero que su familia exigía procrear para el futuro de la casa Hemsley, no tenía más remedio que buscar esposa en ese círculo asfixiante. En su primera velada, nadie le llamo la atención, hasta que fue presentado ante Lady Catalina.
¡Oh su belleza innata lo impacto dejándolo sin aire! Ella tenía un rostro precioso, rubia, alta, esbelta, con una armonía melodiosa en su voz, ella era perfecta.
Imagino que aquella criatura rechazaría su compañía. No fue así, ella alegre, enérgica y muy vivaz. Hablaba mucho y él sentía un gran placer en escucharla. No era nada vanidosa por lo poco que pudo apreciar. Pero si sintió que era admirada por los demás caballeros de su alrededor. Y las miradas de envidia de las damas. Lo que no creía, era como una dama de hermosa belleza andaba aun soltera. Y se enteró después por carne propia. Cuando algunos nuevos conocidos le advirtieron de la "fama" de la dama. Y ahora que lo había comprobado en carne propia podía dar fe que era verdad.
Esa mujer, era una vanidosa de peor, cruel con los sentimientos de los demás. Arrogante, impetuosa, falsa. Le faltaba palabras para describirla y tal y como era. Él le había confesado su gran amor, entregado su alma y puesto en sus manos y ella lo había rechazado. Acusándolo de querer estar con ella solo por su belleza. No entendió parte de su negativa (porque estaba en total desconcierto), pero al final le dio a entender que ella no era para él, y que debía buscar a alguien que lo amara tal y como era. Y eso quería él, pensó que con sus atenciones y lo feliz que ella lo recibía en su casa era porque ella sentía alguna especie de cariño. Pero se equivocó, ella solo le hizo concebir falsas esperanzas como trofeo, otro caballero más que no pudo sucumbir a sus encantos y fue rechazado. ¡La odiaba! ¡la detestaba por ello!
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