Blind Love

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1262 palabras

Ahí estaban otra vez, SeungMin con la vista fija en el hermoso rostro de su pareja, en como éste dormía relajadamente luego de una tanda de mimos y besos en el rostro, palabras susurradas y algunas bromas internas.

Ese chico que había sido su mejor amigo de toda la vida, desde el dulce niño hasta el adolescente con inseguridades, ahora el joven adulto con ambiciones y mucho talento.

HyunJin era algo que SeungMin no podía describir, una sonrisa hermosa, una voz dulce, un tacto gentil, una persona simplemente increíble.

Kim ama sentir las manos del mayor recorrer su rostro, reafirmando que los rasgos de este eran hermosos. Lo habían hecho desde el primer día, así cada año, notando como poco a poco sus rostros cambiaban en algún ámbito.

HyunJin ama hacerle cosquillas a Kim solo para hacerlo reír y escuchar esa hermosa risa que asegura ser la más linda del mundo entero. 

Si bien el hobbie de SeungMin es tomar fotografías, también ama hacer canciones, componer pistas en su mayoría a base de guitarra y todas esas para son para el mayor de ambos.

Seung disfruta de mirar al mayor, admirar cada uno de sus rasgos una y otra vez hasta soltar un suspiro y levantarse en busca de su libreta especial.

Sentado frente a la ventana de su departamento mantenía un lápiz en sus labios, la guitarra en sus manos y su libreta frente a él, tarareando en voz bajísima la canción que intentaba crear para el mayor, la canción que nacía desde lo más profundo de su corazón.

Recordando cosas de su día a día, desde las sonrisas mañaneras hasta las peleas, aquellas en donde solo bajaba la cabeza y veía a Jin desquitarse con el aire hasta que se acercara y lo abrazara, no habían tenido una en meses y no pedía otra.

Recordó cuando empezaron a vivir juntos hacía ya tres años, recordó cuando hacía ya dos años su mascota, Kkami, había llegado a su hogar solo para causar risas.

Se perdía fácilmente entre las páginas de su libreta y en los acordes de su guitarra sin notar que el mayor de había despertado, quedándose parado en el marco de la puerta de la habitación, escuchando al menor murmurar cosas que aún con su buen oído no lograba entender del todo.

Kkami le alertó de la llegada de este, haciendo que una sonrisa apareciera en sus labios. Se levantó y caminó hacia el mayor, envolviendo entonces sus brazos en el cuello de este y mirando la sonrisa que nació apenas hizo eso.

— ¿Te desperté?

— Kkami me estaba mordiendo los pies —respondió Jin riendo y contagiando a Seung— ¿Qué hacías?

— Cosas, bebé~ —dejó un pequeño beso en los labios del mayor.

— ¿Me podrías mostrar?

— Aún no es tiempo —jugó un poco con el cabello de Hwang. Específicamente con esa mullet que se estaba dejando crecer.

— No me dejes mucho con la intriga —respondió sin perder la sonrisa— Iré a escuchar música un rato.

Y así el mayor volvió a la habitación, Seung negó con la cabeza, sentándose nuevamente en la ventana y siguiendo con su trabajo, apenas tenía unas horas.

Perdió la noción del tiempo y cuando cayó en cuenta Jin ya se encontraba en la cocina rebuscando con cuidado entre las cosas para encontrar galletas.

Luego de una cena en al sofá y bromas sobre la fecha fueron a su habitación, recostandose ahí en silencio a compartir un momento de ellos dos, otra vez las manos de Jin sobre el rostro de SeungMin notando como un grano había aparecido en su mejilla.

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