Desde pequeños vemos historias de desamor en cualquier punto, desde un simple rechazo hasta personajes enamorados que por distintas situaciones de sus ficticias existencias su amor no puede llegar a ser real en ningún momento de lo que les quedaba de vida. Félix en verdad pensaba que su vida podía librarse de ese sentimiento, del tener que aceptar que el amor de tu vida o en este caso, tu alma gemela ama a otra persona.
¿Si se supone que son almas gemelas y están destinados a vivir juntos una vida feliz por qué se sufre tanto?
Podía escuchar como la guitarra de su compañero lloraba todas las noches por amor, de alguna manera arrullando su inocente corazón que buscaba creer que esa melodía era dedicada para él, buscando maneras para que el dolor en su pecho no pasara a las lágrimas ni al nudo en su garganta que no lo dejaba respirar.
Félix buscaba creer en las palabras de Shotaro, su mejor amigo japones que por un video juego y ciertas movidas de la vida con sus casualidades a veces divertidas y otras veces crueles los llevó a toparse más de una vez en aquel juego lo que en su momento pareció imposible por cantidad de jugadores que había día a día. Shotaro lo animaba contando la leyenda del hilo rojo, del cómo este por mucho que se estirara nunca se iba a romper.
Una parte de su corazón quería confiar ciegamente en esto, pero también sufría ante la ilusión que su compañero se encontraba viviendo.
Pasaron unos años antes que tuviera que dejar Australia para atender a una universidad en Corea, su familia buscando nuevos horizontes en su país de origen siendo su hermana mayor la única que pudo librar de aquella tortura como él y Olivia, su hermana menor, la llamaban.
Lo que más le gustó de su nueva universidad eran aquellos festivales de música que se llevaban a cabo cada par de meses, junto a los clubes o las personas que podías ver tocando instrumentos por distintos partes del campus dándole un brillo único al lugar donde futuros artistas se encontraban.
— ¡Lo digo en serio Félix! —escuchó gritar a su japonés amigo desde la otra parte del pequeño cuarto que compartían como compañeros de universidad— ¡Nosotros somos la muestra que el universo te quería aquí!
— No veo tu punto —contesta sin tomarle importancia, nuevamente se encontraba cuestionando a las fuerzas superiores por lo que pasaba en tu vida.
— Lix ¿Qué posibilidades habían de que estemos en este momento juntos? Piénsalo bien, las cosas pasan por algo y ese algo te quería traer a esta universidad —insiste entrando a la habitación del pecoso— Nos conocemos desde que tenemos 10 años, pero nunca planeamos ir a la misma universidad ni tener la misma especialidad ¡Algo más lo controla!
— Estas viendo demasiados animes estos días, otter —niega nuevamente, tirándose a su cama ya que por fin había terminado su tarea— Y creo que mi soulmate también...
— ¿Por qué? —pregunta con tono de burla el menor, buscando qué comer entre las chuches de su amigo.
— Estoy escuchando el intro de un anime, no me lo podré sacar de la cabeza por días.
Empezó a tatarear esperando que su amigo pudiera ayudarlo en su búsqueda de la libertad ya que desde hacía una semana al menos su alma gemela no dejaba de ver aquel anime, la canción sonando al menos tres o cuatro veces al día, no entendía como el mismo opening servía para tantos capítulos. Shotaro se mantuvo en silencio por varios segundos antes de soltar una risita que le colocó los vellos de punta al australiano.
— Kimetsu no yaiba —responde el japonés dejando al australiano con una clara expresión de confusión en el rostro cosa que le hizo reír— Demon Slayer —traduce tomando un empaque de chuches para luego acercarse a la puerta— Tengo sus tomos por si te apetece leer el manga antes que ver el anime, todavía le falta mucho a esa cosa.
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All Of Us
FanfictionColección de distintos One shots y Drabbles de mi autoría. •Actualizaciones aleatorias. •Distintas parejas. •Relaciones poliamorosas posibles.