fight;

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la puerta se abrió con ese reconocible sonido automático al entrar, la cerró con cuidado y dejó su chaqueta de mezclilla en el sillón, recordó el momento en el que se la habías regalado por su cumpleaños.
habían peleado muchos estos últimos días, pero nada se comparaba a esa vez. tus ojos llorosos, tu rostro absolutamente rojizo y, los gritos llenando la habitación. solo eran esos típicos problemas de pareja en los que todo se terminaba resolviendo, pero horas antes se habían dicho muchas cosas que ojalá no hubiera recordado. había estado fuera por unas siete horas aproximadamente.
dio un vistazo a la cocina, al baño y al jardín, esperando encontrarte por ahí, pero no lo logró.

—¿estás aquí?

preguntaba en susurro cada que entraba a una nueva habitación. solo quedaba una: su cuarto de ambos.
ahí te vio.
sonrió débilmente. tu cuerpo subía y bajaba debido a la respiración, hacia frío y la ventana estaba abierta, la cerró sin hacer mucho ruido y posteriormente, quitó su ropa, colocando su pijama de siempre. se sentó al borde de la cama, pensando que estabas profundamente dormida. cosa que no era del todo cierto.

habías estado llorando durante mucho, tanto que al escuchar entrar a alguien había emoción, pero también miedo en ti.

—¿estás despierta? —lo escuchaste preguntar. no obtuvo respuesta, pero supuso que sí. aunque de cierta forma te conocía lo suficiente para darse cuenta después que habías estado llorando, fingiendo dormir. —jagi, se que me estás escuchando y que no estás dormida, así que espero que me escuches bien. lamento todo esto. lamento no ser un buen novio en estas semanas. siento que como toda pareja tenemos derecho a tener ciertos desacuerdos y peleas, así que esto no debe asustarnos. hemos cometido errores tú y yo en esta relación, y hay que aceptarlo como es. no es la primera ni la última vez que pelearemos porque estas son las pruebas que nos pone la vida. salí y estuve pensando en mucho, creo que deberíamos hablar mejor y tratar de entender las quejas del otro. te amo mucho, me dolería en lo más profundo de mi corazón perderte, así que por favor... —cada palabra hacia que su pecho se contrajera. sus latidos eran más fuertes y rápidos.

una lágrima salió, resbalandose por mejilla y al final en la almohada. no querías perderlo tampoco, tenías miedo.
justo cuando se levantaba para irse, lo tomaste de la muñeca.

—no te vayas.. quédate —san se quedó pasmado, esperando que lo dijeras en serio. —te quiero aquí conmigo, por favor...

sin decir nada, su cuerpo se acomodó a lado tuyo, cubriendo a ambos con las sábanas. te abrazó mientras clavaba su mirada en ti, preguntándose qué había echo para merecerte en este mundo.

san reactionsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora