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El sol calentaba las hojas de su cuaderno mientras él caía presa del aburrimiento.
Miraba a la profesora de literatura dictar su clase sin tomar verdadera atención, no era como si la literatura hebrea le pareciera lo más importante del mundo en ese momento.
Al único escritor que quería leer no lo iba a encontrar ganando un nobel o algo parecido.
Inconscientemente comenzó a golpear el bolígrafo que tenía en la mano, al ritmo del tic-toc del negro reloj en la pared, sintiendo como si el tiempo fuer más lento.
Sería muy fácil tomar la libreta de su mochila y leerla en lugar de oír la clase, pero corría el riesgo de que la profesora lo notará y le terminara quitando la libreta.
No era como si le diera miedo romper las reglas, pero no quería que le enviaran un reporte a su abuelo por su mal comportamiento, si eso pasaba, lo castigaría de por vida y quizás nunca más volvería a saber de la libreta.
No había podido leer en casa, a penas llegó, tuvo que hacer los deberes y ayudar en el quehacer, terminó demasiado cansado como para siquiera abrir la libreta.
«Descuida, no falta mucho para que la clase termine»
Intentó tranquilizarse a sí mismo.
Miró el reloj por segunda vez en la mañana.
«Aún falta una hora» se quejó en su mente.
Hizo una mueca de disconformidad al mismo tiempo que el sonido provocado por el lapicero terminaba.
«¿Y sí...?»
Volteó a mirar su mochila, que colgaba a un lado de la silla.
Disimuladamente miró a ambos lados, viendo cómo ninguno de sus compañeros le tomaba atención a él, para luego volver a ver a la profesora, quien estaba muy concentrada dibujando algo en la pizarra.
Entonces, lo decidió.
De todas formas, la profesora no podía quitarle la libreta, si no sabía que la estaba leyendo.
Hábilmente y lo más rápido que pudo, sacó el libro de la mochila y lo escondió en su chaqueta, como el día anterior.
«Puedo leer en la tribuna de Basquet»
Solamente debería pedir permiso para ir al baño y ya tendría un pase para salir, sólo que no volvería tan rápido.
«Pan comido» Puntuó en su mente con una sonrisa.
—Profesora, ¿puedo salir un momento?.
°°°
Luego de unos minutos de recorrer el colegio sintiéndose como un infiltrado en algún lugar importante, ya estaba sentado en la tribuna con la libreta en sus manos.
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𝐓𝐡𝐨𝐬𝐞 𝐖𝐡𝐨 𝐅𝐚𝐥𝐥 𝐈𝐧 𝐋𝐨𝐯𝐞 [Otayuri AU]
أدب الهواةSoltó un pesado suspiro que había retenido desde que leyó la última línea. Se pasó las manos por el rostro en un intento de despejarse. "Tengo un manuscrito real en mis manos" Se dijo a sí mismo. "Una libreta de un soldado kazajo que peleaba por la...