Quiero ser tu guardián. (Completa)

👼"Y...lo conocí"👼

- ¡Oye!....- Yibo caminó hacía el chico que estaba sentado en el barandal de aquel puente.- ¿No es esa una extraña manera de admirar el paisaje?

- ¡P..por favor! No te acerques.- El chico limpiaba las lágrimas de su rostro con una mano mientras se sujetaba de los barrotes del puente con la otra.- Solo...dejame sólo ¿De acuerdo?

- ¿Dejarte sólo?.- Yibo se recosto del barandal.- Me temo que si lo hago terminarás cayendo, se nota que no eres muy listo.

El chico se notaba algo alterado y desesperado, parecía que estaba luchando con una situación difícil, pero ¿Qué tan difícil sería esa situación para que tomara tal medida?.

- ¡Oye!....¿Me dirías tu nombre?.- Yibo dio dos pasos más cerca.

- ¿Para qué quieres saberlo?.- El chico miró con curiosidad al otro.

- ¡Para saber con quien voy a compartir esto!.- Levantó una delicada caja la cual llevaba un lazo de adorno.- ¡Hoy es mi cumpleaños! y...no tengo con quien compartir de mi pastel.

- Créeme...no soy la persona indicada.- Sonrió tristemente.- Mi nombre es...Xiao Zhan.- bajo la cabeza y de nuevo miró hacia el frente.

- ¡Bien! Xiao Zhan...mi nombre es Wang Yibo.- Sonrió.- Y claro que eres el indicado, verás...yo estaba algo triste ya que no tenía con quien pasarla este día, salí a dar un paseo para despejarme y justamente me topé contigo.

- ¿Y eso que?.- Xiao Zhan seguía mirando al frente.

- Pues....- Repentinamente Yibo lo sujetó por la cintura con ambos brazos.- Por lo visto tu también necesitas de alguien que te acompañe, así que aquí estoy.

Xiao Zhan se sobresalto, no se percató en que momento este chico se había aproximado tanto a el, pero lo que más le sorprendió fue que un simple extraño se preocupara por el, esto lo hizo sentir algo de calidez en su interior.

- Déjame decirte...si te lanzas entonces caeré contigo.- Yibo le hablo al oido.- Y verdaderamente...yo no quiero morir el día de mi cumpleaños. ¿Serías tan amable de bajar?

Xiao Zhan no sabía si había sido por la sorpresa de la cercanía, porqué no quería estropearle su día al chico o porqué no quería arrastrarlo consigo al abismo, a esas alturas su vida no le importaba un comino, sólo quería desaparecer para detener el sufrimiento, pero este chico apareció de la nada y por unos pocos minutos lo hizo olvidar todo, Zhan se bajó con cuidado y ayudado por Yibo, una vez abajo pudo ver de cerca su rostro, un chico de facciones atractivas, piel clara y cabello castaño, un poco más bajo que el, Zhan desvío su mirada, se sentía avergonzado, Yibo por su parte le regaló una sonrisa.

- ¡Gracias!.- Yibo sonrió.- Ahora...¿Dónde deberíamos comerlo?.- Levantó la caja.

- ¡No es necesario!.- Xiao Zhan sujetaba las mangas de su abrigo.- Puedes ir tu, yo...yo iré a casa.

- ¡Ah no!.- Yibo lo detuvo de la muñeca.- Tu vienes conmigo, yo no me puedo comer todo esto sólo, vamos.

Yibo lo arrastró consigo hacia su moto, sabía perfectamente que ese chico lo que menos iba a hacer era marcharse a su hogar, lo bajó a fuerza de convencimiento de aquel puente, lo que quiere decir que estaba determinado a acabar con su vida y el no permitiría que eso pasara, Yibo siempre fue un chico silencioso y distante pero eso no quiere decir que viviera ajeno de las cosas a su alrededor, cuando era necesaria su intervención el lo haría y está vez no fue la excepción, sobre todo porque desde el momento en que vio el rostro de aquel chico aún y repleto de lágrimas se sintió maravillado ¿Puede existir en este mundo que luzca tan hermoso incluso mientras llora?