III - NamJoon

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—Es patético, simplemente patético y no lo soporto. Es casi una burla que sea de esta manera conmigo ¿Quién se cree que es? Ni siquiera Chanyeol me hizo semejante falta durante nuestro matrimonio—reclama furioso y a nada de echar chispas—. O Sehun al enamorarse de Xiumin.

Jimin escuchaba los reclamos a modo de cacareo caprichoso de Jin. Suspiró profundamente al tiempo que juega con un pequeño brote de narciso. Sehun estaba muy feliz con su esposo Xiumin -Psique-, así que no entiende a qué viene este reclamo de Jin considerando que olvido el rencor por lo sucedido entre su hijo y el mortal.

El tema de Namjoon sigue tan inerte como un cadáver y como espectador del asunto le hace mucha gracia como Jin jamás logra cachar a Namjoon en un buen momento. Como si algún Dios estuviera poniéndole trampas para que así ocurra. Está bastante seguro de que puede ser cosa de Kai, ese hombre es muy celoso con Jin.

¿Por qué no se habrán casado ya? No entiende porqué continuar con el juego de ser solo amantes es tan divertido. Ya se tratan como esposos... La lista de otros amantes muertos por Kai y sus celos crece cada día. Las ninfas que siempre lo acompañan así sea a la distancia juguetean de un lado a otro como unas niñas y se discuten si ir a molestar sátiros.

—Podría ayudarte a acercarte a Namjoon si gustas. Es un amigo, como mi mentor, así que posiblemente yo pueda amainar un poco el ambiente entre ustedes. A veces eres un poco... Excesivo. —titubea sin una palabra exacta de cómo llamarlo.

Aparte de caprichoso; envidioso; egocéntrico; ambicioso, mal perdedor y berrinchudo.

Cosas de ser dios de la belleza, supone.

Jin lo vio con toda la burla posible por su ofrecimiento, lo hizo sentir un poco mal con aquel simple gesto. El brote de narciso se marchitó ligeramente al tiempo que Jin se acomoda el himatión que lleva puesto y sus largos aretes repiquetean.

—Este no es un asunto de niños Jimin; no puedes inmiscuirte y mucho menos ayudarme en nada—dictamina burlesco, Jimin bajó un poco la cabeza—. Además, si no pudiese conquistar a un simple Dios como Namjoon ¿Qué sería de mi orgullo?

—Creí que era cuestión de amor.

—Van muy ligados.

—Que extraño... Sehun me dijo que algunas veces se pierde el orgullo por amar, que por eso tú únicamente eres carnalidad y él amor real—suspira con enorme decepción—. Namjoon no te va a tomar en serio si sigues pensando que es un juego. Él es muy serio; cada acción tiene peso, cada gesto y cada palabra. Él no se parece en nada a Kai y por eso no logras aproximarte ni un poco. —menciona levantándose del suelo.

—Es hombre, no hay ninguno diferente.

—Namjoon es diferente, desde el momento en que nació. Quizá por eso te llama la atención, al fin y al cabo ustedes dos nacieron de formas que nada tienen que ver con la norma—reflexiona con aire pensativo y de estar con la cabeza en las nubes—. Es diferente y... lo tratas como si fuera igual al resto...

Jimin se fue en compañía de sus ninfas. Jin sintió cierta ternura por la imagen que da, esas ninfas es lo poco que Jeonghan permite acercar a Jimin. Muy pocos dioses pueden hacerlo. Entre ellos su padre -con supervisión-; Wheeim -Hestia-; Moonbyul; Solar -Aurora-; Hoseok -Apolo, supervisado-, y Namjoon. Los demás son amenazas para su pequeño retoño primaveral.

Jin no entiende porque guarda tanto recelo hacia él si también llega a verlo como el hijo tierno que Sehun fue por muy corto tiempo. Ah, que se le va a hacer. Celos maternos. Con determinación a encontrar a Namjoon tomó rumbo al enorme templo de este, dio pequeños saltos emocionados de verlo dentro con un peplo largo puesto y leyendo...

Wisdom of Love | NamJin || Book 1#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora